Volvo y Uber presentan un vehículo autónomo basado en el XC90

El acuerdo alcanzado hace unos tres años por Volvo y Uber tuvo desde el principio el objetivo de desarrollar la siguiente generación de vehículos autónomos, algo para lo que se estimó una inversión de 300 millones de dólares, que al cambio actual vienen a ser unos 265 millones de euros. Así, ambas entidades han trabajado desde entonces en esta tecnología hasta llegar a poder ofrecer un vehículo totalmente autónomo.

Basado en el Volvo XC90, el SUV de mayor tamaño de la marca sueca, se nos presenta un vehículo capaz de conducir en todo momento por sí solo, algo para lo que cuenta con todos los sistemas necesarios para actuar en primera instancia y otros de respaldo por su fallasen en algún momento estos. Estas tecnologías le servirán a Volvo para avanzar en el desarrollo de los dispositivos de conducción autónoma que poco a poco se incluyan en sus modelos de serie.

Según Volvo, el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma es especialmente importante de cara a mejorar la seguridad vial, algo que el fabricante tiene muy en cuenta, lo que se ve en iniciativas como la confirmación de que ninguno de sus vehículos superará los 180 kilómetros/hora de velocidad máxima desde 2020. En este sentido, el presidente y consejero delegado de Volvo, Hakan Samuelsson, estima que, a mediados de la próxima década, un tercio de los vehículos que vendan serán autónomos.

Por su parte, desde Uber Advanced Technologies Group piensan, según afirma su consejero delegado Eric Meyhofer, que colaborar con Volvo sólo irá en beneficio de la seguridad de su flota. "Trabajar con fabricantes como Volvo es clave para construir de manera efectiva una flota segura, escalable y autónoma", ha dicho.