Actualidad

El Tesla Cybertruck está inspirado en un coche de James Bond

23/11/2019 08:45

Elon Musk asegura que el diseño del polarizante Tesla Cybertruck está inspirado en las líneas del Lotus Esprit S1 de la película La espía que me amó, estrenada en 1977 como la décima entrega de la saga James Bond.

Musk es todo un cinéfilo. El Ludicrous Mode debe su nombre a la película Spaceballs, al igual que la nueva versión trimotor del Tesla Model S, conocida como Plaid y llamada a ser la creación más veloz de la firma de Palo Alto.

El Cybertruck es un homenaje a Blade Runner tanto por su estética futurista como por las circunstancias de su presentación, celebrada en Los Ángeles en una noche de noviembre de 2019 para coincidir con la localización y espacio temporal de la obra de Ridley Scott.

Pero el visionario surafricano ha revelado que su última obra también rinde tributo a otro film, concretamente a La espía que me amó, en el que James Bond conduce un Lotus Esprit S1 que es capaz de sumergirse en el agua.

El interés de Musk por este coche no es nuevo en absoluto. De hecho, en otoño de 2013 trascendió que el fundador de Tesla había pagado casi un millón de dólares para hacerse con la maqueta que se había usado durante la grabación de la película.

Musk adquirió el coche en una subasta de Londres por 616.000 libras esterlinas —716.000 euros—. Lo hizo como un comprador anónimo, aunque al poco se filtró su identidad y él mismo lo confirmó con un comunicado.

"Cuando yo era niño y vivía en Sud África era maravilloso ver cómo James Bond saltaba con el coche desde un muelle y lo transformaba en un submarino pulsando un botón", explicó entonces.

"Me ha decepcionado un poco descubrir que no puede transformarse. Lo mejoraré con un motor eléctrico Tesla para que se pueda transformar de verdad", dijo en un momento en el que coqueteaba con crear su propio vehículo anfibio a modo de divertimento.

El Lotus Esprit S1 desapareció cuando terminó la grabación de la película, pero fue redescubierto en 1989 cuando un estadounidense compró un trastero abandonado por 100 dólares.

La maqueta ha viajado por museos de todo el mundo y ahora permanece expuesta en el centro de diseño de Tesla.