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El Purosangue llega al mercado 60 años después de que el Jeep Wagoneer inaugurase el segmento SUV

18/09/2022 10:40

El Purosangue de Ferrari ya es una realidad. El primer SUV de la historia de la marca que sólo quiso fabricar deportivos y que dijo no a las berlinas de lujo.

Pero los tiempos cambian. Los SUV de lujo han sido un éxito y han propulsado a Porsche hasta niveles insospechados de ventas desde que lanzó el Cayenne, el primer SUV auténticamente premium, basado en el Volkswagen Touareg. Después, las marcas han ido siguiendo ese camino. Las de gran lujo como Bentley o Lamborghini, a la espera de que Rolls dé ese paso en breve, o las de lujo/premium: BMW, Audi, Jaguar, Range Rover, Lexus, etc.

Y todas las generalistas apuestan por este segmento denominado SUV, que está de moda –pese a sus contradicciones desde el punto de vista ecológico debido a su consumo por el mayor peso y limitaciones aerodinámicas– y copan gran parte de las ventas pero sobre todo representan el mejor negocio posible para los fabricantes, ya que el margen de beneficio que dejan estos automóviles es superior, porque los clientes están dispuestos a pagar más por un SUV.

Pero, ¿cómo nacieron los SUV? ¿Cuál fue el primer SUV de la historia?

Seguramente fue el Jeep Wagoneer, nacido hará ahora 60 años. No deja de ser curioso que una marca de historia tan turbulenta como Jeep haya sido clave en el destino de muchas empresas. De Willys a Kaiser, de Kaiser a American Motors, de American Motors a depender de Renault, pasando a Chrysler, que fue salvada de la bancarrota por Lee Iacocca, dependiente durante un tiempo de Mercedes, salvada de la bancarrota por segunda vez por el grupo Fiat y actualmente, junto al grupo Fiat, formando parte del recién formado Grupo Stellantis.

Tras la II Guerra Mundial, Willys se dio cuenta de que muchos soldados querían un Jeep, un coche que consideraban amuleto. Mientras Ford y GM abandonaban el proyecto, Willys comenzó a fabricar el Jeep y quiso lanzarse también a fabricar un nuevo automóvil. Fracasó y Kaiser la salvó de la bancarrota. Se dio cuenta de que una versión del Jeep Station Wagon tenía buena acogida, ya que convertía el Jeep en coche familiar. Pero también vio cómo su uso familiar requería mayor elegancia, confort y equipamiento. Y, sobre todo, un mejor comportamiento sobre asfalto y unas prestaciones más acordes con los desplazamientos diarios.

Kaiser se hizo con Jeep en 1963 y ese mismo año elevó Jeep al nivel de marca y presentó el Jeep Wagoneer. El chasis era el mismo del Jeep SJ, pero el motor era un seis cilindros de 3.8 litros y 140 caballos y mantenía la tracción a las cuatro ruedas, reductora incluida. Su estilo era elegante como el de muchos station wagon americanos de la época, pero la tracción total y una mayor altura al suelo le otorgaban capacidades ‘off-road’. Era una ruptura total con las ‘camionetas 4x4’ que ofrecían otros fabricantes, destinadas al mundo rural como vehículos de trabajo.

Más adelante llegarían motores de mayor cilindrada, V8 inclusive, de origen Chrysler o AMC y un segundo modelo, el Wagoneer. Ambos tuvieron versión Gran Cherokee y Grand Wagoneer.

El Wagoneer nació siete años antes que el Range Rover, que muchos consideran el primer auténtico 4x4 Premium primero y SUV después. Sin duda, a los hombres de Land Rover no les pasó inadvertido el éxito del Wagoneer en USA y fue lanzado en 1970.

Siete años después, en 1977, Lada lanzó su Lada Niva. Era un vehículo robusto, destinado al mercado ruso inicialmente. Un vehículo necesario para ser usado en las etapas, en condiciones invernales. Y que llegó a Europa con éxito porque por vez primera había un SUV a precio asequible.

Aunque ya antes, en 1972, Subaru había lanzado su Leone, su primer automóvil con tracción simétrica a las cuatro ruedas, destinado a Japón y el sudeste asiático.

Y no hay que olvidar al Lamborghini LM002, inicialmente un proyecto militar, que finalmente se convirtió en SUV de lujo, el primero sin duda de una marca de gran lujo y exclusividad, cuya carrocería era de aluminio y estuvo fabricada en España por Irizar. Su motor, un V12 Lamborghini, el mismo del Countach, aunque las últimas unidades llegaron a montar el V12 de 7,2 litros que Lamborghini fabricaba para las lanchas offshore.