El precio de los coches nuevos alcanza el máximo de los últimos 26 años

Comprar un coche nuevo es cada vez más caro. El precio de estos ha subido en marzo un 5,3% con respecto a 2021, porcentaje que se reduce a un 4,1% en el caso de los usados. Estas cifras no se registraban desde marzo de 1996, cuando el Instituto de Estadística constató una subida del 7% en el IPC –Índice de Precios al Consumo–. Este fuerte incremento está en línea con el valor general, que se disparó al 9,8% en tasa interanual, y alcanzó su valor más alto desde mayo de 1985, mientras que el dato intermensual subió un 3% respecto al mes anterior.

Así, los coches, tanto nuevos como de segunda mano, se han encarecido en España un 0,6% en la comparativa intermensual, mientras que durante los tres primeros meses del ejercicio actual el incremento se situó en el 3,7%. Esto significa que, de media, en enero y febrero adquirir un automóvil costaba unos 600 euros más que durante 2021, mientras que en marzo esa cifra ascendió casi 1.000 euros. Uno de los casos más llamativos es el del Ford Mustang Mach-E, que en un año ha subido su precio más de 10.000 euros.

FACTORES DE LA SUBIDA DE PRECIOS

La situación que vive actualmente el mercado del automóvil responde a una serie de actores independientes que, unidos, propician esta 'tormenta perfecta'.

1. Escasez de suministros: aunque pueda resultar extraño, pasado lo más grave de la pandemia, muchos fabricantes siguen con inconvenientes a la hora de obtener material con el que construir sus vehículos, especialmente todos aquellos relacionados con los semiconductores y la electrónica. El problema no reside tanto en la escasez en sí de la materia prima sino en que las empresas dedicadas a la fabricación de chips abastecen también a otros sectores. Esta situación redunda en que dejarán de producirse siete millones de coches en 2022. En España, la crisis de los chips ataca a casi un cuarto de millón de vehículos.
2. Incremento del precio de los transportes: especialmente los marítimos, han subido entre un 400 y un 570% en apenas 36 meses, lo que afecta negativamente a las tarifas de los bienes finales. De igual forma también ha subido el coste de los combustibles.
3. Menos oferta y más demanda: pese a que los usuarios continúan con unos niveles de demanda similares, los fabricantes no suministran el volumen que había antes de la pandemia. Esto se debe a tres factores:
   
   - No tienen stock: algunos fabricantes, especialmente los del sector generalista, tienen problemas para ensamblar nuevas unidades de sus modelos más populares. Esta situación ha propiciado que más de 23.000 trabajadores de la automoción española estén afectados en 2022 por un ERTE. Para paliar esta situación, algunas marcas optan por ofrecer alguna de sus versiones más solicitadas con tiempos de espera corto al priorizarlos en cadena de producción. Tal es el caso de Renault y su Fast Track, que permite la entrega de Renault Captur en menos de un mes, eso sí, con unas especificaciones cerradas.
   
   - Reducción de producción: de manera deliberada, algunas firmas han reducido la fabricación de sus coches, ya que han descubierto que sus clientes están dispuestos a adquirir su producto aunque éste tarde más en llegar. Sucede especialmente en las marcas premium.
   
   - Incremento de precio para obtener más margen: ligado directamente con el punto anterior, algunas marcas que ofertan coches de corte premium han decidido subir las tarifas de sus coches ya que su cliente objetivo está dispuesto a pagar más por ello.​

LA SEGUNDA MANO, TAMBIÉN MÁS CARA

Los coches usados, de su lado, también se encarecieron un 4,1% en la comparativa con el mismo mes del año anterior y un 1,1% respecto a febrero.

Al subir el precio de los automóviles nuevos, el mercado de los coches seminuevos o usados vive actualmente una burbuja, con una escalada de precios constante, debido a que los clientes no pueden permitirse vehículos nuevos y optan por este canal.

Aunque inicialmente las empresas contaban con un gran stock, poco a poco éste se ha reducido y vuelto también más caro, incluso en modelos de hace más de 15 años.

POSVENTA AFECTADA

Los problemas en los suministros para la fabricación de automóviles también afectan a las piezas de repuesto y los accesorios para vehículos. Éstas experimentaron un incremento del 5,7% en su precio respecto al mismo mes del año pasado, del 0,8% frente a febrero y del 2,4% desde el principio de 2022.

El aumento en el coste de las piezas de recambio afecta directamente a las operaciones de mantenimiento y reparación de vehículos que han subido un 3,1%, en comparación con marzo de 2021 y de 1,5 puntos en lo que va de ejercicio.