Un Porsche 911 RSR a cámara lenta en Sebring
Sebring es un nombre que inspira velocidad con su pronunciación. El viejo aeródromo militar que fue convertido en circuito, que albergó el primer Gran Premio de Fórmula 1 en los Estados Unidos, que es hogar de una prueba mítica como las 12 Horas, que este año cumplieron 65 años.
En ellas participó Porsche de manera oficial y, en el vídeo que acompaña esta líneas, su piloto Patrick Pilet nos explica el reto que supone una prueba así, el circuito con asfalto y cemento, la luz. Su coche era el Porsche 911 RSR, una bestia con motor bóxer de 6 cilindros, 4.0 litros y 510 caballos. Con él, Pilet y sus compañeros Fred Makowiecki y Dirk Werner sólo pudieron acabar séptimos debido a un pinchazo.
Pero lo hermoso del video son las imágenes. La velocidad no puede atraparse, el frenesí de una competición no permite detenerse a la contemplación. Pero la belleza de las carreras está siempre ahí, en cada detalle, en un bache que hace rebotar el coche, en un ligero derrape. La poesía de la velocidad casi retenida para siempre. Sólo para tus ojos. Si puedes, no te emociones. Pero disfrútalo.
