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10 kilómetros/hora en casco viejo: límite récord en Pontevedra

29/10/2019 13:20

Pontevedra ha ido un paso más allá que cualquier otra ciudad con un límite de velocidad de 10 kilómetros/hora en aquellas calles semipeatonales en las que la calzada está al mismo nivel que las aceras.

La medida afectará a todo el casco histórico y también a unas cuantas calles limítrofes. Supone la restricción de velocidad más importante de España. Aunque otros municipios presentan limitaciones puntuales de 10 kilómetros/hora, en ningún caso se trata de un límite genérico como en el caso de la ciudad gallega.

El concejal pontevedrés de Tráfico y Movilidad toma esta restricción como una prueba piloto y se muestra partidario de extenderla a otras zonas si los resultados obtenidos en materia de seguridad son halagüeños.

Ya han surgido las primeras protestas que consideran ridículo este límite, difícil de cumplir y con efectos negativos sobre las emisiones y embrague de los coches. Incluso hay quien sostiene que ahora “se llegará antes a pie que en coche”.

Lo peor es que, si el Código de Circulación establece que es sancionable el superar en un 10% la velocidad máxima… ¡en Pontevedra se podrá multar a partir de los 11 kilómetros/hora!

Mientras tanto, Bilbao se apresta a extender la prohibición de 30 kilómetros/hora a toda la ciudad. El 87% de las calles de la ciudad vasca ya se alinean con este límite, que la DGT impone o recomienda para aquellas vías con un solo carril de circulación por sentido.

El consistorio bilbaíno señala que la velocidad media de la ciudad no se ha resentido pese a implantar este límite, pues ha bajado tan sólo de 29,6 a 28,2 kilómetros/hora. El efecto medioambiental conseguido es muy importante ya que se han evitado más picos de contaminación por gases de efecto invernadero, también con una disminución de la contaminación acústica. Los accidentes con víctimas se han reducido en un 10%.

La disminución de la velocidad, que a finales de 2020 podría situarse en 25 kilómetros/hora, permite una mejor cohabitación de los automóviles con otras formas sostenibles de movilidad urbana, tales como la bicicleta o el patinete eléctrico.

El movimiento para reducir la velocidad parece imparable tanto en ciudad como en carretera, donde la DGT ya ha establecido los 90 kilómetros/hora como límite para toda la red secundaria.