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Michèle Mouton inspira el cuento de Navidad de Audi

José Miguel Vinuesa
28/12/2017 10:01

La Navidad es época de ilusiones, sobre todo para los más pequeños, y Audi ha querido lanzar su propia versión del cuento de princesas, príncipes, lobos, calabazas y bailes bajo el hashtag #PorSiempreJamás con este entrañable vídeo.

Lo que comienza como el típico momento del padre contando un cuento a su niña antes de dormir, se transforma en algo actual y realista, en el que las princesas no son seres desvalidos que los príncipes azules tienen que salvar a toda costa para su felicidad. Ya no.

Los guiños son tan bonitos como divertidos. La princesa debe llegar al baile. ¿En carroza? Claro, pero la niña pregunta si tiene muchos caballos. Bueno, un Audi R8 V10 Plus no es que tenga caballos, es que tiene una manada entera a su disposición. Claro, el coche es rojo. ¿Hola, Caperucita?

Por supuesto, de camino a palacio se encuentra con un fiero lobo, que huye ante el relinchar de los caballos del motor V10. En el camino, la diversión al volante de la intrépida princesa. Y al llegar a palacio, la incredulidad de los príncipes, salvo del príncipe azul. Y entonces, el baile. ¡Ah! El baile… en el circuito urbano de palacio.

Vaya carrera. En una metáfora maravillosa de los que es la competición y la conducción deportiva de alto nivel, el baile de palacio es una competición. Acércate, cambia de marcha, marca bien los pasos, acércate a la pareja de baile. Y justo cuando la princesa va a ganar la carrera –de hecho, apostaríamos lo que fuera a que gana por apenas un suspiro–, las 12. Las malditas 12 que devuelve a la carroza a calabaza y esfuma el sueño.

¿Sueño? El de la pequeña niña que sueña con coches y con princesas. Porque si todo esto te parece nada más que un cuento, deberías saber que Audi se inspiró en alguien muy especial y muy cercano a su historia para este relato: la gran Michèle Mouton. La piloto francesa fue capaz de ganar nada menos que cuatro rallies del campeonato del mundo en la era del Grupo B, a los mandos del complicado Audi Quattro.

La primera fue en San Remo –de ahí el póster en la habitación de la niña– en 1981, el año en el que debutaba con el equipo oficial de la marca de Ingolstadt. Pero fue 1982 cuando el talento de la francesa explotó en toda su plenitud, con tres triunfos en tres rallies dificilísimos: Portugal, Acrópolis y Brasil, lo que unido a un segundo puesto en Argentina y a otros resultados, le permitió ser subcampeona del mundo ese año.

Si no lo entiendes, mira el vídeo que Audi ha lanzado para explicar por qué Michèle es y será siempre un referente en el mundo del automovilismo dentro del ámbito de la igualdad y la capacidad para enfrentarse cara a cara a los hombres con sus mismas armas. Su padre creyó en ella, Audi creyó en ella, y ella demostró que no se equivocaban. La princesa que se convirtió en reina de los rallies no fue un cuento de hadas, pero debe ser la inspiración para todas las que siguen sus huellas. #PorSiempreJamás.

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