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El incendio del Felicity Ace puede provocar el regreso del Lamborghini Aventador

24/02/2022 17:44

El ciclo vital del Lamborghini Aventador, recientemente agotado, podría alargarse un poco más a causa del incendio del Felicity Ace, el buque que aún arde en el Atlántico con casi 4.000 coches a bordo, de los cuales un número indeterminado pertenece a la casa de Sant'Agata Bolognese.

El máximo responsable de Lamborghini en Estados Unidos, Andrea Baldi, reconoció en una entrevista a Autonews que todavía desconocen el alcance de los daños que se han producido en el buque, que transportaba 4.000 coches, todos del Grupo Volkswagen.

Su preocupación se centra especialmente en los Lamborghini Aventador que transporta, ya que el coche está completamente agotado y tenía previsto dejar de producirse en breve para dar paso a un nuevo modelo. Si los vehículos resultasen dañados o destruidos, algo que parece más que probable, la empresa tendría que recurrir nuevamente a sus proveedores para volver a fabricarlos.

Según señala Baldi, "de momento no sabemos nada nuevo y además tendremos que hacer frente al problema que supondrá que tengamos que sustituir estas unidades. El coche está agotado, así que, aunque existe la posibilidad de que alguna de las 563 unidades tuviese el pedido cancelado y que pueda permitir una sustitución, prefiero esperar a que la nave llegue a puerto para evaluar la situación".

 

En 2019 Porsche tuvo que hacer frente a un caso parecido después de que varios Porsche 911 GT2 RS terminasen en el fondo del mar al hundirse el barco que los transportaba frente a la costa de Francia. En aquella ocasión se construyeron cuatro ejemplares extra del coche para los clientes de Brasil que habían perdido las unidades que inicialmente habían encargado. 

En este caso la complicación es mayor ya que, mientras los 911 GT2 RS compartían piezas con el Porsche 911 normal, el Lamborghini Aventador es único.

El incendio del buque Felicity Ace, que también transportaba otros modelos de la casa italiana, supondrá un retraso mínimo en las entregas de seis meses o más. Baldi comentó que "hemos informado a nuestros concesionarios, y ellos a nuestros clientes, porque pase lo que pase, en cualquier caso, habrá un retraso. Informaremos a los clientes en cuanto tengamos una imagen definitiva y, aunque esperamos lo mejor, estamos preparados para lo peor".

Las primeras estimaciones hablan de unas pérdidas por valor de más de 335 millones de dólares, alrededor de 300 millones de euros, aunque esa cifra podría aumentar una vez que se pueda inspeccionar el contenido del buque cuando se remolque a puerto.