Koenigsegg Agera RS, de la fábrica al chatarrero
Un Koenigsegg Agera RS se ha estrellado nada más salir de la fábrica en Trollhattan, Suecia. Tanto el conductor como el acompañante fueron trasladados al hospital.
Se trataba del Agera RS Gryphon Edition presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra, y cuyo comprador era Manny Khoshbin. Respecto al vehículo, la marca aseguraba que, pese a los daños evidentes en su carrocería, la estructura estaba intacta. Pero eso no ha convencido al comprador.
Tras varias propuestas, la solución ha sido que Koenigsegg se quedará el modelo accidentado para finalidades propias, mientras que a Khoshbin se le entregará un modelo nuevo, que ya ha empezado a fabricarse, pero que no sabemos si tendrá preferencia o en qué medida afectará a la espera de los demás adquirentes.
Según informó la compañía sueca en un comunicado de prensa, en el momento del accidente, personal de Koenigsegg realizaba los habituales test de comportamiento a los que somete todas las unidades producidas. Durante la prueba, el piloto perdió el control del superdeportivo cuando circulaba sobre el asfalto mojado de las instalaciones del NEVS -Compañía Nacional de Vehículos de Suecia-.
Tras el siniestro, el piloto y el copiloto fueron trasladados a al hospital como medida de precaución, pero ambos se encuentran en perfecto estado de salud tras haber recibido el alta médica.
La producción del Agera RS es de 25 unidades, puede que ahora sean 26, y todas ellas equiparán el motor V8 biturbo de 5.0 litros y 1.160 caballos de potencia para un peso de 1.295 kilos.
