Así será el habitáculo del futuro según Hyundai

El habitáculo de los coches de hoy en día poco tiene que ver con los de antaño, sobre todo si nos centramos en el puesto del conductor. La digitalización es un hecho, así como el considerable aumento del grado de tecnología a nuestro alcance. ¿Qué nos deparará el futuro? Hyundai ha querido acercarse a él con una propuesta que incluso se ha probado en el i30.

El desarrollo de la marca coreana dio comienzo en 2015, y ha tenido cuatro evoluciones. Todo comenzó por crear una interfaz lo más limpia posible, sin botones. Los paneles táctiles ganaron protagonismo incluso en el volante, una idea que fructificó en 2016 con la que Hyundai buscó un control más intuitivo. En 2017 la evolucionaron al aportar la posibilidad de una mayor personalización, mientras que en 2018 aparecieron las pantallas táctiles con retroalimentación activa. Éstas, integradas en el volante, se sitúan a la altura de los pulgares, con lo que no es necesario retirar las manos de la posición adecuada para conducir a la hora de manipularlas. Los botones se pueden disponer como guste el conductor.

También hay que hablar del cockpit virtual, que cuenta con un cuadro digital multi-capas compuesto por dos pantallas, una tras otra. Gracias a esto se ofrecen grafismos en tres dimensiones, lo que permite que el usuario se fije de una forma más sencilla en la información más relevante. La información que se ofrece a través del volante cambia también en función de lo que se muestre en el cuadro de instrumentos, aunque se puede personalizar a nuestro gusto.

Lo mejor de todo es que toda esta tecnología, que incluso hoy nos parece más propia de una película de ciencia ficción, ya se ha puesto en práctica en el Hyundai i30. La elección de este modelo es la demostración por parte del fabricante de que estas soluciones no están pensadas solamente para los vehículos de más alta gama.

Tras integrar esta nueva tecnología en un vehículo real en 2018, Hyundai también ha llevado a cabo un estudio acerca de las distracciones del conductor junto al Instituto de Ciencias de Tráfico de Würzburg. ¿El objetivo del mismo? Cerciorarse de que ninguno de estos desarrollos afectan negativamente a la capacidad de atención del conductor. A pesar de que no se obtuvieron malos resultados al respecto, sí que se observaron algunas distracciones notables en los usos más complejos de la tecnología, con lo que Hyundai ha tomado buena nota para evolucionarla. El siguiente desarrollo será aún más perfecto, aunque no hará falta esperar a él para saber hacia dónde se dirige la vida a bordo del automóvil del futuro.