Ferrari y Pininfarina ya no son sinónimos

Los últimos modelos de la marca de Maranello no han sido firmados por Pininfarina, sino por el Centro Stile Ferrari. La llegada del 812 Superfast marcó el definitivo final de la relación, al sustituir al F12 Berlinetta, el último modelo diseñado directamente por la casa radicada en Turín. Los 488, California T o GTC4 Lusso beben de las fuentes de Pininfarina, pero no llevan la firma en la parte lateral, delante del paso de rueda trasero, donde el emblema y el nombre de Pininfarina estuvieron siempre.

La casa de diseño se fundó un 22 de mayo de 1930, apenas seis meses después del nacimiento de la Scuderia Ferrari. La Società Anonima Carrozzeria Pinin Farina nacía con el objeto de vestir los coches del momento, en una época en la que el oficio de carrocero florecía con múltiples firmas hoy desaparecidas. En su crecimiento, fue importante el apoyo, incluso como socio, de Vincenzo Lancia, fundador de la marca homónima. Pero no sería hasta después de la Segunda Guerra Mundial que la casa de diseño despegaría, gracias al encuentro entre Battista, apodado Pinin, y Enzo.

Era 1951, y Ferrari buscaba un diseñador estable para sus coches. El encuentro entre ambos fue, valga la expresión, sobre ruedas, y el acuerdo comercial se hizo sólido entre ambos. Para Enzo Ferrari era importante dotar a sus coches de un aspecto atractivo, y por eso Pinin Farina le convenció. En sus memorias describe por qué la casa de diseño acabó asociada a su marca de forma indisoluble.

"La línea de sus carrocerías es simple, nítida, esencial. A veces, frente a uno de sus coches, uno se pregunta: ¿pero qué cosa tiene de especial? Nada. En realidad, esa línea permanecerá siempre joven en el tiempo, no seguirá el influjo de la moda, mantendrá su personalidad. Era personalidad aquello que buscaba para mis coches. Estaba claro que uno buscaba una máquina famosa y hermosa para vestir, y el otro un sastre de clase que la vistiese. Siempre he admirado a Pinin. Ha lanzado un estilo, una línea, ha sido el verdadero primer sastre del automóvil, ese que ha exaltado la alta moda. Pinin ha sido un gran artista", escribió Enzo Ferrari.

Pero tras más de 60 años de colaboración, casi exclusiva desde los años 70, esa íntima relación, ese matrimonio entre perfección mecánica y belleza, ve apagarse la llama. Atrás queda el hermoso arte del carrocero, del diseñador independiente. Pininfarina –se escribe todo junto desde 1961, cuando se produjo la sucesión en el hijo, Sergio Pininfarina– pertenece a Mahindra desde 2015, y no se dedica ya únicamente a los coches –en realidad en los inicios tampoco–. Su primer gran diseño, el Cisitalia 202 de 1947, está en el MOMA de Nueva York. Pininfarina permanece, mientras otros como Bertone han caído, pero el fin de la relación con Ferrari es el canto de cisne de una época que se desvanece.

Hoy en día, las marcas economizan en muchos apartados y potencian sus propios estudios de diseño, como en el caso del Centro Stile Ferrari, del que han salido los últimos modelos. Modelos que no pueden negar sus raíces Pininfarina, pero que ya no lo son. Oficialmente, la colaboración no se ha roto, no hay un acto de desvinculación, pero Ferrari ha decidido hacerlo todo desde dentro y apartarse de Pininfarina, como ya hizo de otros carroceros como Bertone o Scaglietti, que pertenece a la propia Ferrari. Atrás quedan modelos míticos.

Ferrari Sergio

Quizás debimos verlo venir cuando en 2014 Ferrari lanzó el modelo especial designado Sergio, en honor a Sergio Pininfarina, fallecido en 2012. Quizás en esas líneas casi únicas, como en los primeros modelos de la asociación Ferrari-Pininfarina, están escritas las palabras de despedida entre ambos. Perdemos todos, pero sobre todo, la belleza en el campo del automóvil deportivo de altas prestaciones.

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