El RACE quiere devolver la siniestralidad vial al debate político y social
El Real Automóvil Club de España quiere volver a situar la seguridad vial en el centro del debate político y social, después de que en los últimos meses la urgencia de la pandemia haya provocado lo que el ente considera un “abandono” de esta problemática.
Este verano han fallecido 202 personas en la carretera, tan sólo 13 menos que en 2019 a pesar de que también se han reducido los desplazamientos. El RACE ve en esta estadística la confirmación de que existe una necesidad de intervenir con valentía.
El número de desplazamientos se ha reducido en un 10%, pero el número de accidentes tan sólo se ha contraído un 4% y el de víctimas mortales un 6%. El Real Automóvil Club de España constata en consecuencia que "lejos de revertirse, la problemática se ha agravado en 2020".
"La gran crisis derivada del COVID-19 ha propiciado que se dejen de lado otras preocupaciones reales de los españoles que también se cobran centenares de vidas", señala el RACE en un comunicado.
"Entre estas situaciones que ahora están relegadas al ostracismo político, social y de comunicación se encuentran la seguridad vial y la siniestralidad en las carreteras y ciudades españolas, que se han cobrado la vida de 202 personas entre los meses de julio y agosto, solo 13 menos que en 2019".
El 76% de los fallecidos perdieron la vida en carreteras convencionales, lo que supone un incremento del 2% respecto a 2019. 92 personas iban en turismos y 84 eran usuarios vulnerables, 20 de ellos peatones. La franja de edad más afectada es la que va entre los 15 y 24 años, con 38 fallecidos, 15 más que en el curso anterior.
"El balance nos deja la principal conclusión del riesgo permanente en las carreteras, por lo que hay que seguir trabajando en seguridad vial y concienciando a los conductores, y mantener esta necesidad como una prioridad en todos los niveles, tanto para los políticos como para la agenda social", ha pedido el director de Seguridad Vial del RACE, Antonio Lucas.
El 27% de los fallecidos en turismos y furgonetas no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Dos de los motoristas que han perdido la vida no usaban el casco.
