El Parlamento Europeo decreta la emergencia climática

De 'urgencia climática' a 'emergencia climática'. La Eurocámara ha dado un paso clave para la protección del medioambiente en Europa por una abrumadora mayoría. Los votos de socialistas, liberales, izquierda unitaria y por supuesto los verdes se impusieron a buena parte del PPE, conservadores y reformistas. Todos los eurodiputados españoles excepto los tres de Vox han votado a favor de la emergencia.

Y lo hace un momento especialmente importante, justo antes de la Conferencia sobre el Clima que comenzará en Madrid el próximo lunes, como una declaración de intenciones y un aviso. Pero sobre todo lo hace en el instante en el que los nuevos Comisarios Europeos toman posesión de sus cargos, lo que sucederá este domingo; toda una declaración de intenciones de que este será uno de los puntos clave de la legislatura europea.

De momento la Eurocámara urge a los gobiernos europeos y agentes mundiales a tomar medidas concretas antes de que sea demasiado tarde. Pero es un primer paso para que las ordenanzas europeas en materia medioambiental se endurezcan rápidamente "antes de que sea demasiado tarde". Y ese punto de no retorno parece a la vuelta de la esquina.

"Es fundamental una acción inmediata y ambiciosa para limitar el calentamiento global a 1,5ºC y evitar una pérdida ingente de diversidad biológica", se puede leer en el breve texto, que es sólo una declaración de intenciones, pero a la vez una muestra clara de la preocupación global de los parlamentarios europeos porque las medidas tomadas hasta el tomento han sido demasiado laxas, ineficientes -al menos al nivel que se esperaba- y en muchos casos neutralizadas por un aumento de la actividad.

"Ahora hay que pasar de las palabras a los hechos y dotarse de los medios para lograr los objetivos de esta resolución histórica que hace un llamamiento a acciones radicales e inmediatas", afirmó Iratxe García, presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, que fue contundente: "luchar contra el cambio climático no es una opción sino una obligación". Los Verdes, obviamente, ven insuficiente el objetico de reducción de un 55% las emisiones de cara a 2030 y piensan que deberían reducirse las emisiones en un 65% antes de 2030.

Todo ello afectará a la movilidad, tanto la de los vehículos particulares como a los de transporte. Tanto la movilidad urbana como la interurbana o el transporte a larga distancia. Porque se ha constatado que las emisiones no decrecen y que los motores de combustión son una causa de ello.

No es baladí que los grandes grupos europeos estén comunicando estos días planes medioambientales, la apuesta por el eléctrico, o el grado de cumplimiento de las directivas europeas para el sector.

Pero está claro que las nuevas directivas sobre emisiones serán mucho más duras. Posiblemente obviarán la correlación entre emisiones y peso de los vehículos y quizás veremos desaparecer del mercado a medio plazo las variantes más deportivas de los modelos.

Recordemos algunos detalles. Por ejemplo, las iniciativas del gobierno holandés para reducir a 100 km/h la velocidad máxima en autopistas y autovías. Las restricciones al tráfico de los vehículos más contaminantes -totales en algún caso- en muchas ciudades europeas. O la petición de un grupo de entidades medioambientalistas e incluso particulares de que los tribunales juzguen a los gobernantes porque actúan con excesiva tibieza ante la contaminación ambiental con los problemas de saluda y calidad de vida que ello conlleva.