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El motor a hidrógeno de Toyota, ¿la salvación de los propulsores térmicos?

27/04/2021 07:55

Mientras la Fórmula 1 y algunas marcas deportivas hablan de las posibilidades que ofrecen los combustibles sintéticos cara al futuro y en Le Mans, así como marcas y gobiernos se apuntan a la tecnología ‘fuel cell’ como alternativa al eléctrico por baterías, Toyota sorprende con su particular apuesta por el hidrógeno.

Una apuesta, la japonesa, que implica el uso del hidrógeno como combustible 'convencional' para un motor térmico. Lo hace mediante el anuncio de un coche peculiar que competirá en las 24 Horas de Fuji. Un Corolla GR con motor tricilíndrico de 1.6 litros –1.618 centímetros cúbicos exactamente– sin precisar su potencia, que podría ser superior de los 300 caballos, acorde con la que se espera ofrezca la versión de serie.

El anuncio lo hace coincidiendo prácticamente con la Cumbre del Clima. Y sobre todo porque Toyota es una de las pocas marcas –Hyundai es otra– que comercializa ya un automóvil de hidrógeno.

 

La marca japonesa es de la que no da puntada sin hilo… aunque algunas veces no parezcan claras sus intenciones o el objetivo de tales movimientos. En su día, Toyota ya uso las pruebas de 24 Horas del Super Taikyu para promocionar nuevas tecnologías medioambientales, concretamente las motorizaciones híbridas, segmento en las que la marca es líder.

"Al perfeccionar su motor a hidrógeno en desarrollo en el duro entorno de los deportes de motor, Toyota tiene como objetivo contribuir a la realización de una sociedad de movilidad sostenible más próspera", ha dicho la marca.

La idea parece clara: ofrecer una alternativa de motor térmico funcionando con combustible limpio. Una alternativa que podría más interesante a la de los combustibles sintéticos, que únicamente lograrían que el vehículo sea 'carbón neutral', es decir que devuelve a la atmósfera el CO2 que ha sido previamente utilizado para fabricar el combustible.

"Los vehículos a pila de combustible como nuestro Mirai utilizan una pila de combustible en la que el hidrógeno reacciona químicamente con el oxígeno del aire para producir la electricidad que impulsará el motor eléctrico. Pero en los motores a hidrógeno la energía se genera a partir de la combustión del hidrógeno con el oxígeno del aire. Son motores térmicos con el sistema de alimentación e inyección modificados para aceptar este combustible", afirman en Toyota.

La combustión del hidrógeno produce vapor de agua, como en el sistema 'Fuel Cell'. Cierto, puede haber una emisión residual de CO2 debida al aceite de lubricación y no se puede evitar el NOx, pero este puede tratarse en el catalizador, como ahora en los coches gasolina y diésel.

Para los responsables de la marca japonesa estos motores de hidrógeno ofrecen una ventaja importante: transmiten al conductor el mismo 'feeling' que los motores térmicos, incluso el sonido y las vibraciones.

Toyota ha podido 'heredar' experiencia en motores térmicos a hidrógeno de los trabajos realizados por Mazda –hoy de su propiedad– que en 2008 realizó un RX8 y un Premacy a hidrógeno –podían funcionar también con gasolina– pero los motores no eran alternativos sino rotativos, los conocidos Wankel.