CURIOSIDAD

Despiste máximo: le echa Diesel a un McLaren F1 GTR

15/03/2022 09:55

Hay días que el ser humano se levanta con mal pie y que las preocupaciones le llevan a cometer errores. En otros casos es fruto de la emoción que las personas no son capaces de actuar de la manera apropiada y tienen fallos que, de estar centrados, no sucederían. Este es el caso e historia de François Perrodo y de cómo un despiste le llevó a repostar su McLaren F1 con Diesel en vez de gasolina.

Este podría ser otro de esos casos en los que un hombre rico pero sin conocimiento se equivoca y ya está; sin embargo, la historia toma tintes más trágicos y a las vez cómicos si tenemos en cuenta que Perrodo es piloto profesional de coches, además de un empresario de éxito. No sólo eso, sino que ha llegado a ganar las 24 Horas de Le Mans en la categoría GT con la escudería AF Corsa. Es por ello que su despiste de repostar el McLaren F1 GTR con Diesel en vez de con gasolina es digno de ser contado.

Según narra el propio François en su cuenta de Instagram, todo comenzó cuando, hace unas semanas, en Chiswick, –Londres–  él y un grupo de amigos decidieron salir a dar una vuelta, un domingo por la mañana; con un Porsche Carrera GT, un Ferrari 488 Pista y el citado McLaren; pero no uno cualquiera, sino un F1 GTR, la versión que se homologó para competir en Las 24 horas de Le Mans.

Tras una breve parada, reemprendieron la marcha hacia un punto de encuentro en el que habían quedado con otros fanáticos de los superderportivos. Sin embargo, y sin motivo aparente, el McLaren F1 GTR se detuvo.

En ese momento François pensó:

— Los coches de carreras son temperamentales y esta mierda a veces pasa.

 

Tras unos instantes dubitativos y ante el desconocimiento de lo sucedido, Fran decidió llamar a Paul Lazante, un reputado restaurador de coches clásicos y de competición con amplios conocimientos en este tipo de vehículos y amigo personal del protagonista.

Después de llegar al lugar del suceso y tras pasar más de una hora en busca del problema, incluso el propio Lazante se sentía perdido.

— El motor de arranque gira pero el coche no arranca. No lo entiendo.

Ante la imposibilidad de poner el coche en marcha el especialista llamó a un amigo suyo para que los fuese a recoger, concretamente a Chris, de Mack Logistics; según él, la persona más maja y el transportista de coches más eficiente.

En  un arranque de humor británico Lazante le dijo por teléfono:

— Colega, ¿estás teniendo una mañana de domingo agradable? Bueno, pues yo te la voy a joder por ti.

Mientras esperaban a que llegase se acercaron varias personas a curiosear, al tiempo que les ofrecieron un café para sobrellevar mejor la espera.  Fue durante ese tiempo de espera cuando François reparó en un pequeño detalle que hasta entonces no había valorado y que como él mismo define "fue la madre de todas las cagadas". Y es que en ese instante se dio cuenta de que la respuesta se encontraba en la parada que habían realizado. La estación de servicio era la clave, y es que, en vez de echar gasolina, había repostado Diesel a su McLaren F1.

Según el mismo afirma, "no sé qué pasaba por mi cabeza en ese momento, posiblemente nada; pero estaba tan contento y emocionado que agarré la pistola de llenado del primer surtidor de combustible, que era de color azul, como el del combustible de 97 octanos; y comencé a rellenar el depósito".

 

¿Cómo pudo suceder semejante despiste?

En defensa del bueno de François y tal y como él comenta, se unieron tres factores clave que llevaron a la tormenta perfecta:

  1. Las boquillas de llenado del coche y de la pistola de carga no tendrían que haber encajado, sin embargo, al tener el McLaren F1 GTR una boca de llenado más grande que la estándar, la del Diesel, aún siendo más gruesa que la de la gasolina, entró sin problemas.
  2. La boquilla estaba muy limpia y carente del residuo aceitoso que tiene el Diesel, por lo que no se dio cuenta.
  3. Pensaba que sus amigos se repararían en su error y le avisarían, pero tal y como comenta "esos idiotas estaban demasiado ocupados mirando el McLaren en la gasolinera".

Con el enigma resuelto, todo el mundo se rió a carcajada limpia de él por su despiste.

Sin embargo esta historia terminó bien, y con mucho humor por parte de su protagonista, que reconoce que el camino hacia su redención como amante de los automóviles será largo y duro; hasta el punto de estar condenado a conducir sólo coches eléctricos y Diesel hasta el día de su muerte.

 

Incluso tiene escrito su nuevo epitafio para su lápida que reza así:

— "Aquí descansa François Perrodo, buen marido, buen padre y un verdadero amante de los coches, múltiple ganador del WEC y vencedor de las 24 horas de Le Mans"…y justo al final del todo "y el único hombre que repostó Diesel en un McLaren F1 GTR".  

Incluso su amigo Paul Lazante le dedicó unas cómicas y jocosas palabras tras lo sucedido:

— Colega, verdaderamente he visto muchas mierdas impactantes a lo largo de mi carrera, pero tú lo has llevado a otro nivel.

Para rematar la gracia, sus amigos le han hecho una pegatina para la tapa de combustible que dice:

— François, Diesel no, gasolina.