Billy Monger y el podio en Oulton Park: "Es surrealista"
Billy Monger fue derecho al podio. Andando… aunque fuera con la ayuda de unas prótesis y muletas. Pero parecía ‘levitar’ sobre la tierra, como si se hubiera sacudido muchos temores de encima, como si hubiera cruzado las puertas del paraíso.
“Tengo una sensación un poco surrealista. Para mí resulta ya casi increíble estar de vuelta. Sólo quería salir a correr y demostrar que podía ser competitivo… ¡a quien hubieran dicho que estaría en el podio en esta primera carrera increíble le habría dicho que me estaba mintiendo” dijo Billy Monger.
No fue una carrera fácil. Debió contener la presión del cuarto clasificado y componérselas conduciendo sólo con el volante adaptado, acelerador y freno accionados con las manos, y gracias a un asiento especial para ir bien sujeto ya que tiene la parte baja de ambas piernas amputada.
“No sabía que era la última vuelta. No pude ver la pizarra en el giro anterior. Pero cuando vi que caía la bandera a cuadros me sentí aliviado. ¡Me había sacado un peso de encima! Ví que era una recompensa a todo el duro trabajo que habíamos realizado este invierno y pensé en todos los chicos que me han ayudado a hacerlo”, dijo Monger.
El joven piloto británico de 18 años -cumplirá 19 en unos días- sabe que ha conseguido un pequeño milagro, para el que ha contando con numerosas ayudas, de la gente que le rodea, del equipo Carlin, de simples aficionados.
“Agradezco todo esto a los chicos de Carlin, que me han estado ayudando mucho para volver a pilotar. También a ‘Chily’ Chilton y a Jonathan Palmer. A mi familia, a los amigos y a todos los que me han apoyado tras el accidente. Sin ellos no estaría hoy de vuelta”, añadió Monger.
Uno, en su lugar, podía recrearse en el largo camino recorrido, en todo lo conseguido…. pero Monger es de la ‘pasta de los pilotos’. El mirar atrás y mostrar felicidad por lo logrado fue un instante. Y ya estaba pensando el próximo objetivo.
“Ahora ya sólo pienso en las dos carreras del lunes, una de ellas con la parrilla completamente invertida. ¡Será interesante! Veremos que tiempo hace, porque si es malo puede ser un drama. Yo intentaré ganar posiciones en la salida y si no es factible intentaré hacer una carrera sólida, marcar buenos puntos. Ahora esto es lo que más me importa”.
Y es que Monger lo tuvo bien claro desde el primer momento. “Mi rehabilitación me la tomé como la preparación para el retorno a las carreras. Este fin de semana creo que estoy cambiando la opinión de los que decía que no podría volver. Creo que 11 semanas después ya tenía mi licencia para correr en GT”.
Admite que el camino ha sido duro, “especialmente aprender a andar sobre las protésis. Pero mentalmente lo tenía muy claro. Si en algo me efactó el accidente fue para hacerme más fuerte”.
Su hándicap ya ha quedado defintivamente atrás. Le queda superar otro, el del presupuesto. Las más de 500.000 libras que obtuvo “se han gastado en recuperación, sólo en eso, no en pagar carreras”. Y ese hándicap no depende de él.
A priori Monger sólo tenía apalabrada con Carlin la reunión de Oulton Park. Pero no sería de extrañar que estuvieran hablando de ampliar la colaboración o cuanto menos quedado para hablar después del lunes, para no distraer la atención antes de estas dos carreras.
En cualquier caso, él lo tiene muy claro: “¡Ahora ya vuelvo a ser un piloto de carreras! ¡Sólo quiero ser un piloto de carreras!”.
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