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El Alfa Romeo 33 Stradale reimaginado y eléctrico

José Miguel Vinuesa
05/07/2018 09:55

El Alfa Romeo 33 Stradale cumplió 50 años en 2017, pero aún hoy sigue siendo uno de los coches más hermosos y exclusivos de la historia. Quizás por ello, y aprovechando los planes de la firma milanesa, el diseñador Patrick Pieplow ha decidido imaginar cómo reinventar este icónico modelo.

El 33 Stradale se construyó en sólo 18 unidades, varias de las cuales fueron usadas para modelos experimentales como el Carabo, el Navajo, el Iguana y otros. Se dice que sólo quedan 12. En todo caso, apareció en noviembre de 1967, con sus líneas perfectamente equilibradas y totalmente deportivas firma de Franco Scaglione. Unido a un motor de 2.0 litros y 230 caballos y poco peso, el coche era tan atractivo como rápido.

La similitud de diseño más evidente entre la recreación de Pieplow y el original son los faros de gran tamaño que dominan la parte delantera, aunque en realidad nos recuerdan más al McLaren 720, tanto en los faros como en el frontal. Las luces tienen un tono amarillo inspirado en las carreras –justo cuando en Le Mans los GT han dejado de usarlas- y se encuentran directamente sobre un par de pequeñas tomas de aire. No falta, por supuesto, la parrilla triangular de Alfa Romeo, tan pequeña, eso sí, como en el original. Buen detalle.

Sin embargo, es lo poco que encontraremos de referencia al Stradale, porque el lateral del coche difiere dramáticamente del original, ahora dominado por líneas rectas y ángulos agresivos que nada concuerdan con la fuente en que supuestamente se inspira, ya que el 33 Stradale se caracteriza por la fluidez en sus formas. Por ser honestos, se ha retenido un aspecto de diseño particularmente importante del 33 Stradale, el techo de vidrio, que dota de gran luminosidad al interior.

En la parte trasera perdemos definitivamente toda traza, con dos luces que son más de Maserati que de Alfa, conectadas por una delgada luz de freno horizontal. Por otra parte, cuenta con un alerón entre los arcos de las ruedas traseras, y en vez de las salidas de escape cromado encontramos un gran difusor. Y es que estamos hablando de un coche eléctrico impulsado por una batería instalada precisamente en la zona del difusor, que se puede extraer para cambiar la batería sin más, y seguir circulando.

Alfa Romeo ha confirmado su intención de desarrollar un deportivo llamado 8C Coupé, que se quiere inspirar remotamente en coches del pasado. Como en este caso. No es que el diseño de este hipotético 33 Stradale esté mal, o no sea interesante. Simplemente, no ha captado la esencia de un coche prácticamente único en el mundo, ni el atractivo que, aún pasados 50 años, tiene el coche original. Cambiemos los emblemas por los de McLaren y cobraría sentido. Como Alfa, deja mucho que desear.

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