Red Bull, ¿más unidos que nunca?

En Baréin asistimos a una escenificación poco frecuente en torno a Christian Horner. Muchos no esperaban verlo. Pero ingresó en el circuito de mano de Geri Halliwell, su mujer.

Incluso la rama tailandesa, que tiene el 51% de Red Bull y no se prodiga en los paddocks, estuvo allí. Las fotos de Chalern Yoovidhya y su mujer junto a Horner –cuando se dice que es la rama tailandesa la que menos aprecia a Christian– parecen indicar lo mismo. Y Marko, por supuesto, negó cualquier revolución palaciega.

Mientras, medio paddock –al menos la gente que cuenta en el paddock, prensa incluida– recibía un primer ‘dossier’, origen anónimo, sobre el ‘affaire Horner’ y la prensa británica publicaba unas declaraciones de Jos Verstappen pidiéndo a Horner que se hiciera a un lado. Horner aseguró que seguirá y que estará este próximo fin de semana en Arabia.

La F1 y la FIA quisieran más trasparencia en el proceso, pero es algo delicado en este tipo de ‘sumarios’. Incluso puede habed dudas de si el ‘dossier’ se corresponde a la realidad, es ‘fake news’ o sólo se hace eco de lo que puede achacarse a Horner, mientras este aplica de momento la política del silencio, por aquello de que en boca cerrada no entran moscas.

La situación no es de aquellas que inviten a la paz y el sosiego, desde luego. Y es posible que en el seno de Red Bull existan bandos. Pero en la F1 ya hemos visto demasiadas veces como una racha ganadora tapa cualquier cosa.

Está claro que en Red Bull deben tomar una decisión. No basta con exonerar a Horner. Hay que explicar un poco las razones. Un dossier de 100 páginas, al menos eso es lo que se dijo, no permite un ‘archivo’ sin más. El intento de cierre en falso no es suficiente, no funciona.

Todo ello si no quiere entrar en una de esas espirales que hasta la fecha parecían ser coto casi privado de Ferrari… aunque en los rojos las causas fueran simplemente deportivas, esos resultados que no llegan.