Motor y chasis quizás es demasiado para Renault
La marca francesa está trabajando desde hace algún tiempo en un motor completamente nuevo, en un desesperado intento de neutralizar de una vez la brecha que le separa de Ferrari y Honda, y tras admitir que Honda les ha superado.
Sería el cuarto propulsor nuevo de Renault desde que se instauró la normativa actual, señal inequívoca de que no acaban de encontrar el camino. Es de esperar que esta vez los franceses se alineen con la tecnología introducida por Mercedes desde el primer momento, que después adoptó Ferrari y a la que también parece haberse convertido Honda: la de la precámara de combustión. Cuando anunciaron el motor usado este 2018, dijeron que su tecnología o que su camino, como prefieran, era diferente.
Es evidente que el problema más grave de Renault no está en Enstone, sino en Viry. Es cierto que la base del equipo en Gran Bretaña se trabaja mucho y se está en pleno proceso de rearme, pero las múltiples evoluciones introducidas en el coche no permiten avanzar lo rápido que la F1 exige.
Pero lo que se avance en Enstone no será nunca suficiente, si en Viry no gran el salto. Se ha demostrado con Red Bull: es el mejor chasis y no por eso logra compensar las carencias del motor. Y cabe decir que los motores son un campo en el que reclutar expertos provenientes de los equipos rivales es bastante más complicado. Tanto los progresos del motor Honda como el hecho de que Renault tenía sus limitaciones y quería comenzar de nuevo –los austríacos debían saberlo– deben haber influido mucho en la decisión de Red Bull de pasar, como ha hecho este año su equipo filial Toro Rosso, a usar el motor japonés desde el próximo año.
Oficialmente el problema es estructural. El bloque actual del V6 no soportaba las vibraciones originadas por la última evolución, pero cuesta creer que todo se reduzca a algo tan simple.
Este año tanto el MGU-H como el MGU-K han dado problemas a Renault, así que la tarea de Renault es muy grande y la inversión, necesaria también.
Desde luego no es por ello que el motor francés acuse al menos 50 caballos de diferencia con respecto a Ferrari y quizás un poco menos con Mercedes. Incluso algunas voces insinúan que ya ahora está 20 caballos por detrás de Honda. Es algo que incluso Carlos Sainz ha admitido: "No hemos mejorado y Honda sí lo ha hecho".
La especificación C de Renault parece ya descartada para el resto de temporada y el progreso de la Spec B fue claramente insuficiente. "No nos esperábamos que Mercedes y Ferrari dieran el salto que han dado. Pensábamos que con la Spec B bastaría para llegar a su altura", ha dicho el piloto español siguiendo la línea oficial marca por Abiteboul.
En el fondo, parece claro que Renault ha errado en sus previsiones sobre lo que son capaces de hacer los rivales. Las ha subestimado. El propio Abiteboul lo ha admitido y se muestra asombrado porque normalmente las curvas de desarrollo se van aplanando "pero esto no está sucediendo todavía".
Y todo ello en un contexto en el que Renault no parece dispuesta a aflojar la bolsa de los cuartos al nivel de lo que sus rivales hacen. Y es como una partida de póker: puedes esperar un golpe de suerte entre un millón. Pero lo normal es que si no estás dispuesto a jugar lo que tus rivales ponen encima de la mesa, pierdas todo.
"Honda está haciendo muchos progresos, posiblemente invierte mucho más que nosotros. Nosotros tenemos nuestro método, nuestras forma de hacer, nuestra hoja de ruta y la respetamos", ha señalado Abiteboul.
Esto coloca al equipo Renault y a McLaren en una situación un tanto comprometida para 2019, con todos los problemas que puede acarrear un propulsor nuevo, sobre todo cuando el número de motores a usar por temporada y pilotos esté limitado a tres propulsores. Un absurdo que limita evoluciones y solución de problemas.
Pero preocupa más quizás que "no es sólo una carrera al armamento lo que hay que considerar, sino el desarrollo del paquete completo".
Da la impresión que en Renault dedican a equipo y motor como mucho lo que otros dedican sólo al propulsor. Y si esto es así, está claro que los franceses o dan con la tecla adecuada a final de 2019 o deberán tomar una decisión en óptima 2021: o invertir más o concentrarse en un solo aspecto. '¿Estar o ser?', éste es el dilema. Si me dicen que en 2021, los del rombo se concentran en su rol de motoristas, no me sorprenderá. De hecho, lo que me impactó fue su retorno como equipo.
