Monza y su lista de ganadores sorpresa

Y es cierto. Viendo la situación actual del campeonato, ambas hipótesis, como la de triunfo de un Sauber -perdón, Kick Sauber- por ejemplo, parecen sencillamente ‘ciencia ficción’ por no hablar de ‘deliriums tremens’. Ya se sabe, el sueño de la razón produce monstruos. Pero hay hombres para los cuales ganar en Monza sería una redención, caso de Sergio Pérez o Daniel Ricciardo.

Pero. Siempre hay un pero. Eso que llamamos ‘la excepción que confirma la regla’. Como es el hielo que en contra de lo que se normal, flota en sobre el agua. Y es que en Monza se han dado notables excepciones, victorias incomprensibles… un poco como en Hungría.

El ejemplo más manido es la victoria de Peter Ghetin con BRM en 1971, uno de los finales más apoteósicos de la historia de la F1 cuando todo se jugó en Lesmo, la última curva y entre cinco pilotos. Un año en el que los coches de los favoritos no sólo llevaban el ala traseria completamente ‘plana’, posición de mínima carga sin o que prscicierdon de los ápendices delanteros, los ‘bigotes’ para ganar velocidad. Pero Gethin y BRM introdujeron un detalles más, una 4ª marca corta para acelerar más rápido a la salida de Lesmo, lo que fue decisivo.

Peter abordó la última vuelta cinco, tras Cevert, Peterseon y Hailwood, sólo delante de su compañero Howen Gandley. Chris Amon se había ‘caído’ del pelotón de cabeza por un incidente casi absurdo: el sacarse su visera sucia, arrancó también la última que le quedaba; sin protección que impidiera que el aire le diera en los ojos, tuvo que levantar pie. Ghetin gano por delante de Peterseon y Cevetr; los cuatro primeros entraron en menos de dos décimas, Gandley, el quinto, a sólo seis del ganador. Fue la única carrera que puntuó, aunque hay que decir que BRM había ganado en el Osterreichering la prueba anterior.

Personalmente prefirieron el resultado de Monza en 1966 cuando Ludovico Scarfiotti impuso su Ferrari por delante de su compañero Mike Parkes, que había hecho la pole. Ese año, Ferrari debió recomponer su equipo tras el despido prematuro de John Surtees tras su victoria en Bélgica, segundo GP de la temporada e ir segundo del campeonato tras Lorenzo Bandini. Ferrari apostaba por el título, llamó para apoyarlo a Mike Parkes, a la sazón además ingeniero del equipo, y puntualmente a Ludovico Scarfitti. Los dos ‘sustitutos’ dominaron en Monza.

Algunos señalaran asimismo como extraño la victoria de John Surtees al año siguiente en Monza. Extraña no por el hombre, que ya tenía su título de campeón, sino porque pilotaba el Honda RA300, muy potente… pero una victoria conseguida en la última vuelta cuando Jim Clark se quedó sin combustible.

También está la victoria de Johnny Herbert y Benetton en 1995 o la de Heinz Harald Fretzen y el Jordan-Mugen en 1999, contra pronóstico. Recientemente hemos tenido casos similares. Dos de ellos protagonizados por pilotos de Toro Rosso, la de Senbastian Vettel en 2008 y la de Pierre Gasly, en 2020 cuando el equipo estaba rebautizado como Alpha Tauri.

Por no hablar de la victoria de 2021 de Daniel Ricciardo con McLaren que en cierta forma salvó su carrera y le dio un año más en Woking, en una temporada en la que había sido claramente dominado por Lando Norris.

Toro Rosso, Alpha Tauri, Ricciardo. Las últimas sorpresas unidas ahora porque Daniel corre para RB o Racing Bull, que así se llama ahora el equipo de Faenza.

¿Saltará la sorpresa en Monza? Bueno, no lo descarten… aunque parezca improbable.