Le Mans sueña con la llegada de un Ferrari 'Hypercar'
Por el momento Toyota es el único gran constructor que apuesta por la categoría. Peugeot ha anunciado que estará, pero un poco más adelante. Aston Martin ha declinado el ofrecimiento. Y Glickenhaus es un constructor artesanal. Es cierto que habrá equipos que se apunten a través de la categoría LMDh, como Oreca, Kolles o quizás Dallara y Ligier, pero son otra cosa.
Para el ACO, el desembarco de Ferrari podría traer consigo que Porsche dé luz verde a al hyperecar, cuyos detalles básicos ha patentado. ¡Revivir el duelo Ferrari 512/Porsche 917 sería simplemente fantástico! E incluso Mercedes no se resignaría a que su espectacular One se quedara en los garajes de los coleccionistas.
Es cierto, Ferrari no tiene por el momento ningún hypercar en el mercado. El LaFerrari dejó de producirse en 2017, pero el SF90 Stradale está listo ya para su lanzamiento, aunque en Ferrari no lo catalogan de Hypercar sino de Supercar porque pese a sus 1.000 caballos de potencia y ser PHEV, su precio debe estar por debajo de los 450.000 euros en Francia.
Sin embargo cabe recordar que Ferrari está planificando un hypercar para después de 2022, lo que dejaría su entrada como muy pronto para 2023.
Ferrari incluso tiene experiencia en este tipo de transformaciones. ¿Quién no recuerda el FXX-K Evo sobre base LaFerrari? Un coche que no podía circular por la calle, pero del que realizó los suficientes ejemplares para una ‘competición monomarca’ reservada a sus coleccionistas VIPS. El cierto, el FXX-K no era un coche auténticamente de carreras, pero se le acercaba.
La idea de Mattia Binotto es emplear el dinero que ‘se ahorrarían’ con el techo presupuestario para poner un pie en otra categoría. Lo del Hypercar tiene su lógica, pero también lo que apuntamos, un Purosangue Dakar.
La idea de Binotto es mantener todo el personal de la GES, la Gestione Esportiva, unas 1.000 personas. Que también trabajan por encargo para Haas y Alfa Romeo.
Está claro que F1 ‘con techo presupuestario’ y este programa alternativo costarían seguramente menos de lo que cuesta ahora la F1. La duda, sin embargo, es saber si tras la crisis del coronavirus Ferrari tendrá el mismo nivel de ingresos por patrocinio y derechos comerciales o si, por el contrario, debe apretarse el cinturón.
