La historia de la F1 tiene precedentes de suspensiones o aplazamientos con los equipos ya en el circuito

La más reciente fue el Gran Premio de Australia de 2020, cuando los equipos debieron empaquetar a toda prisa e intentar volver lo antes posible a Europa a causa del estallido de la pandemia del coronavirus. Esta alarma sanitaria mundial provocó la suspensión en cascada de muchas pruebas tanto en 2020 como en 2021… incluso las secuelas se han extendido este año cuando se suspendió el Gran Premio de China, inscrito inicialmente en el calendario.

Con los equipos in ‘situ’ sólo ha habido tres ocasiones en las que no se ha corrido un Gran Premio puntuable.

En 1985, en Bélgica. Cuando el trazado se reasfaltó en el último momento y los pilotos, al salir a pista, se quejaron de la falta de adherencia primero y después se comprobó que en algunos lugares el asfalto cedía. La carrera no se canceló, sino que fue postpuesta y en lugar del 2 de junio se corrió el 15 de septiembre.

En otros casos no hubo suspensión propiamente dicha, sino boicot y las pruebas se disputaron, aunque con sólo parte de los inscritos y no figuran en los anales de la Fórmula 1.

Fue en el Gran Premio de España de 1980, la pugna entre Bernie Ecclestone y Jean Marié Balestre, entre los ‘garajistas’ británicos, las marcas y los equipos oficialistas. Carmelo Ezpeleta y el presidente del RACE, se pusieron del lado de Bernie. Los equipos ‘oficialistas’ abandonaron el Jarama y se disputó un GP ‘pirata’ que no figura en los anales de la FIA.

La meteorología habría aconsejado que no se disputaran otros Grandes Premios, como el Gran Premio ‘de la vergüenza’ en Spa el pasado año, con sólo dos vueltas tras el coche de seguridad. Pero hay otros casos, como Japón 2007, en pleno tifón, que obligó a cancelar los ensayos del sábado. Incluso una vez hubo un amago de terremoto.

Lo de Grandes Premios pirata se repitió en 1981, en Sudáfrica. La FISA —el nombre en aquel momento de la rama deportiva de la FIA—prohibió las ‘faldillas’ que tanto ayudaban al efecto suelo. Los británicos se presentaron con ellas, los equipos oficialistas se marcharon… y el Gran Premio se disputó, aunque con las reglas de ‘Fórmula Libre’ y no de Fórmula 1. Y un año después, en el mismo Sudáfrica, hubo la huelga de pilotos por el precio que la FISA había puesto a las licencias, pero hubo un acuerdo de último momento.

La historia habla de muchos otros Grandes Premios que se insertaron en el calendario y que luego fueron cancelados o sustituidos, mucho antes de la fecha de su celebración. Nueva York en 1983 y 1984, Fuengirola en 1984, o Portugal en 1997 cuando el Gran Premio de Europa se trasladó casi sobre la marcha a Jerez.

Fue en 1957, la octava temporada de la Fórmula 1, cuando la crisis del petróleo obligó a suspender los Gran Premio de Bélgica y Holanda… y se habilitó un Gran Premio en Pescara…. justo tras Monza, primera vez en la historia en la que se disputaban dos Grandes Premios consecutivos. Pero fueron suspensiones, como las de la covid-19, anunciadas con antelación.

La primera gran suspensión fue en 1969, por motivos de seguridad. De hecho, una revuelta de los pilotos, capitaneados por Jackie Stewart, que se quejaron de las condiciones de seguridad de Spa. Los organizadores belgas establecieron una ‘chicane’ en Malmedy, para recuperar su Gran Premio en la temporada siguiente.

Pocos años después, estuvo muy cerca de ocurrir algo parecido en Montjuic, el fatídico Gran Premios de España de 1975. En este caso los pilotos protestaron por la deficiente sujeción de los guardarraíles. La jornada del viernes no se celebró, pero el sábado los pilotos salieron a pista. Emerson Fittipaldi se limitó a dar una vuelta muy lenta para no clasificarse y el domingo por la mañana ya no estaba en Barcelona para correr. Fue el año del grave accidente de Rolf Stonmelen que acabó con Montjuic, al menos para la Fórmula 1.

El de Baréin de 2020 fue cancelado por motivos políticos, ante los disturbios que vivía el país. Al igual que el Gran Premio de Rusia de 2022, a causa de la invasión a Ucrania.

También se da el caso de un Gran Premio que no se debía disputar, como los ya citados Spa de 2020 o Japón 2007, o el Gran Premios de Indianápolis de 2005, cuando los coches equipados con Michelin se retiraron de la parrilla ya que los neumáticos franceses no soportaban las solicitaciones del ‘banking’, de forma que sólo seis coches se alinearon en parrilla, los que usaban Bridgestone. Y quizás el GP de Arabia Saudí de 2022 cuando cayeron cohetes —aparentemente yemenís— sobre una refinería cercana al circuito justo al comenzar la primera sesión libre.