Horner, Hamilton, Wolff, Leclerc, Sainz... La F1 ha entrado en la espiral de la 'Silly Season' permanente

En el fondo, todos saben que ya nada será igual. Red Bull, ante la situación de su jefe de equipo, Christian Horner. Mercedes, el tener que hacer frente a la marcha de Lewis Hamilton. Ferrari con dos pilotos que no pueden estar precisamente contentos; uno porque de laguna forma le han enseñado inmerecidamente puerta y otro porque tras firmar a largo plazo y creyendo reafirmado su liderazgo del equipo, se entera en apenas 48 horas que tendrá que vérselas con un siete veces campeón del mundo a su lado. Quizás el cuarto equipo, Aston Martin, sea el que tenga menos presión: la posible marcha de Fernando Alonso era algo más previsible con lo que debían lidiar.

Y toda esta situación llega cuando la planificación del coche de 2026 debe comenzar a ser estudiada. Es cierto, hasta el 1 de enero de 2025 no hay túnel de viento ni simulación que valga, pero antes hay muchas cosas que hacer y colocar en su lugar.

A priori, es Red Bull quien está sometida a mayor presión. El hecho de que ‘el interrogatorio’ a Horner durara ocho horas y que la resolución no haya sido inmediata, incluso parece que el ‘encuestador’ ha hablado o tiene la intención de hacerlo con Newey, ha abierto una caja de pandora importante. 

¿Puede confiar Horner en la cúpula de Red Bull? ¿Hay una guerra interna? Teóricamente Newey unió su futuro al de Horner hace algún tiempo, ¿seguirá así si Chris se va? ¿Cómo será ahora la relación Marko-Horner? ¿Dónde queda Verstappen? Suceda lo que suceda, ¿Qué cicatrices dejará?

Temo que hasta que hasta que estas preguntas no estén resueltas, en Mercedes no moverán ficha. Y hasta que Mercedes n la mueva no se moverán otras. 

Pero en Ferrari las cosas son diferentes. Leclerc querrá demostrar que puede asumir el rol de F1 y no se someterá a Lewis… amén de haber perdido confianza en Vasseur y en Elkann. Sainz, querrá demostrar a Ferrari que se ha equivocado y a los otros volantes apetecibles libres que es un candidato firma a ellos.

McLaren es el único que puede mirarse los toros desde la barrera, en teoría. Y Aston Martin hasta cierto punto.

Dice Toto que su teléfono echa humo de pilotos, o sus managers, ofreciéndose. No tiene prisa. Las ofertas superan a la demanda.

Pero seguro que hay asimismo algún director técnico que puede tener dudas sobre su futuro… sobre todo si Newey decide marcharse de Red Bull. No creo que caiga esa breva, ni por los que sueñan con ese puesto vacante ni por los que les gustaría convencer a Newey, Seguro que el domador del viento ha recibido más de una llamada: “No te preocupes. Si quieres cambiar a aires, los nuestros son más sanos”. 

Con estos mimbres el difunto Sálvame tendría para alimentar todas las tardes de la temporada. Y a buen seguro que se hablará mucho de ello, antes de que se anuncien soluciones y después, analizándolas, cuestionándolas. 

Está claro que, por un motivo u otro, la ‘Silly Season’ se está convirtiendo en algo no puntual sino permanente.