5 días para los test: El día que Ferrari 'mató a su madre'

“Ese día tuve la sensación de que había matado a mi madre”, dijo Enzo Ferrari más adelante cuando le preguntaron por la primera victoria de uno de sus coches en F1.

Y no le faltaba razón. Enzo había sido un ‘hombre Alfa Romeo’ casi toda su vida. Primero como piloto oficial, más adelante con su Scuderia Ferrari, fundada en 1929 para hacer correr clientes de Alfa Romeo, y finalmente como director de Alfa Corse.

La idea de la Scuderia de dos ricos herederos textiles, los hermanos Augusto y Alfredo Canianto y del rico piloto Mario Tadini. En su momento de máximo apogeo, la Scuderia Ferrari llegó a tener cuarente pilotos cliente, buena parte de ellos con los Alfa Romeo 8C.

Posiblemente Enzo hubiera seguido así de no ser por el ingeniero español Wifredo Ricart. Ricart fue promovido a director técnico de Alfa Romeo y su muy rápidamente surgieron desavenencias con Ferrari, hasta que éste, con algunos ingenieros procedentes de Alfa, decidió crear su propia marca. Fue justo tras la II Guerra Mundial, momento de grandes incertidumbres.

Cuando Alfa Romeo, con dificultades económicas, se retiró de las carreras en 1933, Enzo cogió el relevo a través de su Scuderia e incluso realizo el famoso Alfa Romeo ‘Bimotor’: si un motor no es suficientemente potente, ponemos dos. Y en 1938, Alfa decidió volver a las carreras y puso a Enzo al frente de Alfa Corse. De hecho, Alfa Compro las acciones de Scuderia Ferrari, traslado Alfa Corse a Portello, en las afueras de Milán, pero la sede de Scuderia Ferrari en Módena siguió dando servicio a los clientes.

Todo quizás hubiera seguido así, sin cambios, de no ser porque Alfa Romeo nombró al ingeniero español Wifredo Ricart como director técnico. Las discrepancias entre los dos personajes fueron notorias y el enfrentamiento cada vez mayo, auspiciado por el incesante dominio de Mercedes y Auto Unión en competición. Todo hasta que Enzo Ferrari fue ‘invitado’ a dejar la marca. 

Sólo tras la II Guerra Mundial Ferrari pudo fundar su marca, Antes de la misma debía cumplir una suerte de ‘gardering’, no podía construir coches con su nombre… aunque lo hizo con el de Auto Avio Construzioni.

Los Alfa Romeo 158, en cierta forma la herencia que Enzo dejó en Alfa, dominaron el primer mundial de F1, el de 1950. Ganaron todas las pruebas, excepción de Indianápolis. En 1951 parecía que el triunfo de Alfa podía repetirse, Alga ganó los tres primeros Grandes Premios europeos, Indy, obviamente, era cosa de los americanos, pero en el G.P. de Gran Bretaña las cosas cambiaron.

En Silverstone Froilán González hizo la pole con el Ferrari 375 y dominó la carrera, aunque durante parte de la primera mitad estuvo detrás de Fangio. Al parar para repostar, González se dio cuenta que Ascari había abandonado e hizo además de cederle el volante, como había hecho en Francia para que la pareja acabara en 2ª posición. Ascari declinó cortésmente el ofrecimiento. El argentino enfiló entonces directo hacia la meta, sin tener ninguna piedad con su compatriota Juan Manuel Fangio.

Se puso así punto final a una racha de 46 victorias consecutivas de los Alfa Romeo desde 1946, siempre con aquel Alfa Romeo 158 que Ricart quiso sustituir porque juzgaba poco competitivo. 

No le faltaba razón a Ricard. El Mercedes W156 había destrozado a los Alfa Romeo 158 en el GP de Libia de 1940. Pero tras la II Guerra, Mercedes no tomó parte en los Grandes Premios.