Vive la F1 y deja vivirla

Otro día quizá hablaremos de cómo la traducción al castellano nos hizo creer que el mítico agente secreto 007 prefería para su cóctel favorito esto y no lo contrario.

Prometo que llegué a pensar que unos para su alegría y regocijo se librarían por fin de "hordas" de alonsistas, tal como han sido bautizadas despectivamente por alguno, que estarían demasiado ocupadas siguiendo a su ídolo allí donde decida competir. Aliviados se reafirmarían en aquello tan manido de "cuando se vaya Alonso quedaremos los de siempre". "Los de siempre", como si se considerasen los genuinos herederos de legado dejado por Fangio y Froilán, Ascari y Farina, Hill, Brabham o Clark. Como si la historia forjada por Enzo, Colin y más recientemente por Barnard y Byrne les perteneciese a ellos y a nadie más.

Los otros, incombustibles, se dedicarían a seguir como han venido haciéndolo en la última década y media a su ídolo, competición por competición, carrera por carrera, con el alivio al fin de no tener que alimentar al troll, algo para nada recomendable, sobre todo después de medianoche, y por supuesto nada de darle un remojón. Lo mejor para combatir al troll es que les dé la luz del sol, pero si se quedan en su cueva y te dejan disfrutar en paz, mucho mejor.

Sin embargo, cuan equivocado estaba, porque no siendo suficientes los éxitos de Daytona y Le Mans para hacer al troll salivar y gruñir, ha sido llegar la recién empezada pretemporada y ya se han dado las primeras refriegas entre unos y otros. Afortunadamente, sin víctimas ni heridas que lamentar más allá del orgullo de alguno. Todo porque Alonso está en los segundos test en Barcelona.

Ha bastado esto para que los rumores de si se subirá al MCL34 o no lo hará se disparen y claro, hay a quien le gusta la idea de que el asturiano pruebe el monoplaza, hay a quien no y la mecha del enésimo debate entre un bando y otro ha sido encendida de nuevo en redes sociales.

Los que opinan lo primero, más allá del sin duda excelente servicio como piloto de test que Fernando Alonso podría brindar a McLaren, lo que albergan en el fondo es la esperanza es que, tras bajarse del monoplaza –en el supuesto caso de que lo probase–, acumule las sensaciones suficientes como para que le pique el gusanillo, le entre morriña y le birle el asiento a Lando Norris o a Carlos Sainz ya mismo, o a más tardar en 2020. Algo que no creo que suceda pese a que mi falta de fe en que esto llegue a ocurrir incluso para 2021 pueda resultar molesta.

Los que opinan lo segundo, creen que no está McLaren como para ir perdiendo días de test dejándole el coche a Fernando Alonso y que mejor que sean Carlos Sainz y Lando Norris los que se suban, que al final son los que lo van a padecer.

Ya conocen el dicho, las opiniones son como…, dejémoslo en que cada uno tiene la suya y piensa que la del otro huele peor. Incluso podría ser que varias fuesen acertadas pese al riesgo de que le califiquen a uno de equidistante.

Debates también hay de muchos tipos, pero suele ocurrir que casi siempre hay quien mea fuera de tiesto, menospreciando a unos u otros, aficionados y pilotos. Es entonces cuando una sana conversación entre aficionados con distintas opiniones se ensucia de tal manera que entran ganas de abandonar toda clase de redes sociales, más por hastío que por asco, de no ser porque usadas con sentido común son una herramienta tan excelente como otra.

Sé que puede parecer paradójico que este pésimo 'junta letras' escriba esto en un medio como SoyMotor.com para quejarse de ello, mucho más siendo consciente de que cada noticia que aquí se publica crea opinión, que este mismo texto es una y, por tanto, puede dar lugar a debate para bien o para mal. Tan sólo quería hacer notar al estimado lector que lo mejor es vivir la F1 y dejarla vivir, aplicable también a cualquier categoría de motorsport. Cada uno a su manera, sin alimentar al troll –sobre todo después de medianoche–.

Saludos.
Javi C