Alex Palou: no me distraigo con lo que ocurre fuera del coche

Yo estoy muy contento. Tengo 101 puntos de ventaja y quedan solo tres circuitos para terminar. Tengo tres pelotas de campeonato y la situación es difícil de mejorar. No está hecho todavía, sobre todo sabiendo la cantidad de puntos que se reparten en la IndyCar si ganas la carrera, pero estoy bien encaminado para conseguir lo que quiero, que es el campeonato.

Indianápolis no fue mi mejor fin de semana. Cometí un error en la Q2 y salí noveno, que es muy diferente a salir cuarto o quinto. Luego, la estrategia no funcionó. Me comí los neumáticos y terminé séptimo. Las cosas no salieron como yo quería, pero aun así di un paso muy importante en el campeonato porque mi mayor rival tuvo mala suerte con un accidente que ocurrió en la primera vuelta.

Huelga decir que nunca quieres que tu rival tenga un golpe y es una pena lo que le pasó a Newgarden. Se vio involucrado en un accidente múltiple sin tener ninguna culpa y acabó doblado, y a partir de ahí vimos rápidamente que era un día para sumar más puntos y ampliar un poquito más mi ventaja, que en ese momento era de 84 puntos.

Yo también esquivé por poco el desastre. En esa primera vuelta, llegamos cuatro coches en paralelo a la frenada de la contrarrecta. Yo ahí me temí lo peor, así que decidí no ir como un loco porque no había forma humana de que cuatro coches hicieran esa curva en paralelo. Levanté un poco el pie, pero Marcus Armstrong, que iba por el exterior, se cruzó hacia el interior y me dio en el alerón delantero sin que yo pudiera hacer nada para evitarle. Mi reacción fue frenar todavía más y entonces Scott Dixon me dio por detrás en el difusor.

Podría haber sido mucho peor, porque perfectamente podría haber abandonado en esa primera curva y eso sí que habría sido fatal para el campeonato. Por suerte, mi alerón no se rompió y pude continuar. Esa misma tarde me miré de cerca el difusor y vi que sí que estaba dañado, por lo que estoy seguro de que perdí algo de velocidad, aunque no sé cuántas décimas porque no tenemos tantos datos como en la Fórmula 1, donde sí que son capaces de ver al instante cuánta carga aerodinámica han perdido en una situación como ésta.

Sea como sea, ese accidente tuvo muy poca influencia en el resultado final. Nuestra séptima posición se explica por la degradación de los neumáticos en la última tanda de la carrera. Básicamente, me comí las gomas. Creíamos que tendríamos la velocidad para recuperar tres posiciones y terminar en el podio, pero la realidad fue muy distinta. Acabé perdiendo tiempo y Will Power me pilló cuando aún quedaban cuatro o cinco vueltas, y yo no pude hacer nada para defenderme.

Fue un poco extraño, lo que pasó con los neumáticos. No nos había pasado algo igual en toda la temporada. No sabemos muy bien cuál fue la causa. Supongo que quizá fue un exceso de agresividad, pero eso es algo que confirmaremos en los próximos días con el equipo. Lo más raro del caso es que hicimos la primera tanda con neumáticos blandos usados y ahí no tuvimos ningún problema. Reservamos los nuevos para el final, para tener esa velocidad extra para ir a por el podio, pero está claro que no nos salió la apuesta.

Todo esto ocurrió en Indianápolis, en la misma pista donde yo gané hace tres meses. Pero en la IndyCar nunca esperas llegar a un fin de semana y repetir el resultado que has hecho en tu última visita, porque estos coches son muy sensibles a los cambios. Y esta vez había varias cosas que eran distintas, más allá de la temperatura.

Esta vez compartíamos el circuito con la NASCAR, en lugar de nuestras categorías soporte de siempre. Eso afectó directamente a cómo se engomaba el asfalto y también a nuestro programa, porque sólo tuvimos una sesión de entrenamientos antes de la clasificación. No sólo eso, sino que encima el neumático blando era otro compuesto del que teníamos en mayo y eso hizo que la estrategia fuera completamente distinta. En mayo, el compuesto duro era la mejor opción para la carrera y nosotros nos sentíamos comodísimos con él. Pero esta vez la mejor opción era el blando y descubrimos que no lo podíamos hacer funcionar como queríamos.

El resultado fue inmejorable para el campeonato y ahora puedo proclamarme campeón en cualquiera de las tres pruebasque faltan. Aun así, no estoy corriendo con la calculadora. Estoy siendo agresivo y voy a por las victorias, porque con esta ventaja puedo hacerlo. De hecho, en Indianápolis me lancé por el exterior en la salida y tuve un pequeño toque con otro coche, así que no me estoy cortando. Si sólo tuviera 10 o 15 puntos de margen, sin embargo, la cosa sería muy distinta porque habría mucho más en juego y entonces mi única prioridad sería terminar delante de mi rival. En ese sentido, es un final de temporada mucho más agresivo que el de mi primer campeonato, donde todo lo que importaba era evitar que mis rivales me recortasen puntos.

Quedan tres carreras y la próxima que viene, Gateway, es la que más me preocupa. Aunque he dado un paso adelante en los ovales, porque ahí están los resultados de Iowa para demostrarlo, no deja de ser verdad que Josef Newgarden siempre es rapidísimo en esas pistas. Yo sé que se me darán mejor las dos siguientes, Portland y Laguna Seca, porque de hecho ya he ganado ahí en el pasado.

En Gateway cambiaré el motor de mi coche, lo que significa que tendré una penalización de nueve posiciones en la parrilla de salida. Newgarden cumplió la suya este último fin de semana en Indianápolis y ahora me toca a mí. No seré el único con sanción, porque está previsto que Scott Dixon haga lo mismo y seguramente también lo veremos con Scott McLaughlin y algún otro piloto.

Tenemos que cambiar el motor por kilometraje. Seguramente podríamos forzarlo y esperar un poco más, pero es mucho mejor penalizar en un oval que en un rutero. A fin de cuentas, esas nueve posiciones son fácilmente recuperables con la estrategia. Así que toca apretar los dientes e ir a por ello. Yo no renuncio a nada y me gustaría pelear por la victoria igualmente.

Ahora hay dos semanas de descanso que aprovecharé para hacer simulador y trabajar con el equipo, y luego terminaremos la temporada por todo lo alto con un triplete. El objetivo es ir con todo desde el principio para rematar el campeonato lo antes posible. Sea cuando tenga que ser, creo que esta vez mi familia no estará conmigo en el circuito. Mi padre estuvo en aquella carrera de Long Beach en 2021, pero esta vez no puede ser. Estoy contento porque han podido estar en Nashville e Indianápolis aprovechando que mi hermana pequeña está de vacaciones de verano, pero ahora toca volver a la rutina. Gateway, Portland y Laguna Seca. Todo pasará en un abrir y cerrar de ojos. Y cuando termine la temporada, os prometo que os contaré qué es lo que ha pasado fuera de los circuitos estos últimos días.