98 OCTANOS

La ocasión perdida de Honda

10/06/2016 12:16

Las grandes marcas parecen ser reticentes a recurrir a los consultores externos para mejorar sus motores de F1. 

Da la impresión de que los responsables técnicos de las mismas tengan miedo de que los consejos y direcciones marcadas por el consultor pongan en entredicho el camino emprendido por los ingenieros de la marca bajo la supervisión del director técnico.

Renault mantuvo el año pasado un duro enfrentamiento con Red Bull cuando la casa austríaca quería imponer a Mario Illien como consultor. Hubo algunas reuniones, Illien dio aalgunos consejos, pero descartó en teoría las recomendaciones.

La casi ruptura entre Renault y Red Bull, y la decisión de la marca francesa de dar vida a su propio equipo, reactivó la colaboración de Renault con Illien y las mejoras del motor francés, que todavía tiene muchos tokens por utilizar. Y donde no llega el motor, alcanza el chasis Red Bull.

Renault tardó en coger el toro por los cuernos y aceptar la realidad, llamando a Illien. Mario Illien no es un ingeniero cualquiera. Sus motores son casi siempre éxito. Su empresa Illmor hizo los primeros momentotes para Mercedes en F1 e hizo el Mercedes de varillas y balancines que ganó en Indianápolis. La actual Mercedes Benz High Performance Engines no es otra que la antigua IIlmor adquirida por los germanos. Mario y sus fieles se traslandaron a una nueva Illmor a solo unos centenares de metros de la que había sido casa.

Mario es la ocasión perdida por Honda. La marca japonesa ha reivindicado siempre su peculiar cultura de la competición, su filosofía de desarrollo tecnológico, el peculiar sistema jerárquico nipón, pese a que quizás no casa mucho con las exigencias de la F1 actual. Y, sobre todo, quiere formar ingenieros.

Honda ha aducido dificultades para que los ingenieros europeos se avengan a trabajar en Japón. Y no que quería ingenieros de quita y pon para periodos de seis u ocho meses por falta de adaptación al país o al sistema. Sólo Gilles Simon –exmotorista de Renault y Ferrari, uno de los redactores de la reglamentación actual– ha trabajando algún tiempo con ellos, pero a base de idas y venidas a Japón.

Pero si tachamos a Illien como ocasión perdida no es porque Honda no lo haya fichado... sino porque Mario y sus hombres ya trabajan desde hace años para Honda, pero en la F-Indy. Una colaboración que este año ha permitido a los motores japoneses ganar las 500 Millas de Indianápolis.

Illien no trabaja para Honda Japón, ni HRC, sino por cuenta de HPD (Honda Performance Development), la filial de competición de Honda USA, que parece funcionar de forma bastante autónoma.

Lo dicho, Honda ha desperdiciado una oportunidad. O al menos eso es lo que parece.