Vettel: "Confiamos en que podemos dar la vuelta a la situación"
Pese al decepcionante inicio de temporada que ha protagonizado Ferrari en 2016, Sebastian Vettel ha asegurado mostrarse optimista respecto a las capacidades de la Scuderia, y cree que los de Maranello serán capaces de plantar cara a Mercedes y protagonizar la lucha que prometieron en pretemporada.
En las cuatro primeras carreras de la temporada, varias circunstancias han impedido ver el ansiado duelo entre Mercedes y Ferrari por la primera posición. En Australia, un error estratégico privó a Vettel de luchar por la primera plaza, mientras que la fiabilidad se cebó con él en Baréin y no le dejó siquiera tomar la salida.
China y Rusia han sido las dos últimas pesadillas del alemán, carreras en las que sendos toques con Daniil Kvyat han dilapidado sus opciones. Räikkönen, por su parte, ha vivido una situación algo mejor gracias a los dos podios que ha conseguido, aunque nunca ha sido una amenaza real para Mercedes.
Podríamos haber ganado la primera carrera de haber hecho algo diferente, así que no está tan mal
Vettel, no obstante, ha querido mostrarse optimista y ha apelado al ritmo de Ferrari los domingos como clavo ardiendo al que se agarran. "Hasta ahora, un viaje en el que no todo ha salido según lo planeado".
"Podríamos haber ganado la primera carrera si lo hubiéramos hecho un poco diferente. Así que, en general, no está tan mal. Hemos demostrado un gran ritmo, especialmente el domingo, y ahí es donde se consiguen los puntos", explica en el portal F1i.
El alemán concede que aún queda mucho trabajo por hacer y que el equipo está esforzándose al máximo para resolver los problemas de fiabilidad que han acusado y cerrar la brecha con una Mercedes que, año tras año, sigue mejorando aunque parezca imposible. "Sabemos que necesitamos trabajar, y estamos empujando muy fuerte, pero no es tan fácil. Mercedes está haciendo un gran trabajo, sus dos chicos están haciendo un buen trabajo al volante, así que es un equipo difícil de batir".
De esta manera, Vettel afirma que la magnitud del desafío es enorme, pero señala que, para ganar, el equipo tiene que estar preparado para batir a los mejores, y confía en que esta situación pueda concretarse finalmente. "No estamos jugando… no es la guardería. Esto es para los mayores y, por tanto, el desafío es duro. Pero, al final, queremos ser los mejores, así que necesitamos estar preparados para derribar a los mejores y, de momento, somos muy optimistas de que podemos dar la vuelta a la situación", concluye.
