6 de febrero

Siete años del brutal accidente de Kubica en el Rallye di Andora

06/02/2018 12:05

"La vida cambia en un instante, pero no puedo quejarme porque hay gente que ha tenido menos suerte que yo". Cómo pasa el tiempo. Hoy se cumplen exactamente siete años de un día en el que el planeta de la Fórmula 1 se paralizó. Desde Italia llegaban noticias alarmantes y totalmente inesperadas. Robert Kubica, piloto oficial de Lotus-Renault, había sufrido un accidente muy serio en la primera etapa del Rallye di Andora y la información sobre su estado de salud llegaba en cuenta gotas, lo que alimentaba especulaciones de todo tipo. Durante horas se temió por su vida, pero gracias a una delicada operación de extracción y sobre todo a una larguísima intervención en el quirófano, el polaco siguió adelante. Su futuro en la categoría reina se desvanecía, pero ante la gravedad de lo que podría haber ocurrido aquella era una consecuencia menor. Desgraciada, pero menor.

Kubica siempre ha sido un enamorado del motor en todas sus formas, un individuo curioso dispuesto a experimentar por enriquecimiento personal. Quizá es por eso que en 2011 los monoplazas del Gran Circo eran insuficientes para apagar su sed de adrenalina y necesitaba algo más. Apenas tres días después de que terminaran los tests invernales del Ricardo Tormo, se puso a los mandos de un Skoda Fabia 2.000 por pura diversión, sin compromisos comerciales ni corporativos de por medio. Quería correr, pero el resto es historia. Kubica perdió el control en una curva –probablemente porque el asfalto todavía estaba húmedo– y el coche se estampó contra un guardarraíl con la mala fortuna de que éste se rompió y se incrustó por la parte frontal del coche. Le lesionó la mitad derecha de su cuerpo, en especial su mano. Jakub Gerber, su copiloto, explicaba que Kubica perdió la consciencia tras el impacto y que en los minutos posteriores recuperó el conocimiento de forma intermitente.

El polaco permaneció atrapado en el Fabia durante más de 60 minutos. Una vez fuera, fue evacuado al hospital más próximo. Había perdido siete litros de sangre, razón de más para inducirlo al coma para facilitar el operatorio que se avecinaba. Siete especialistas acudieron en su ayuda y trabajaron por turnos en los nervios, músculos y huesos de su mano para salvar su movilidad. La intervención empezó a las 14:00 horas y se prolongó hasta pasadas las 20:00. Abandonaron la sala con una sonrisa contenida. "Ha sido muy difícil", decían los responsables del centro. "El antebrazo derecho se rompió en dos puntos, con lesiones significativas en huesos y tendones. Hicimos todo lo que pudimos para reconstruir las funciones del antebrazo. Pasará la noche en monitorización, porque las condiciones todavía son serias". 

Daniele Morelli, su representante, hizo un comunicado oficial aquella misma tarde para actualizar la situación de su cliente. "El impacto con el guardarraíl ha causado graves daños en el coche y también en Robert. Le han diagnosticado múltiples fracturas en la pierna y el brazo derecho. Hay complicaciones relativas a la movilidad de la mano, pero ahora sigue en marcha la operación de microcirugía para restablecer todas las conexiones. El cuadro clínico no es fácil, pero Robert es fuerte y está en buenas manos".

Robert Kubica despertó al día siguiente. Se dice que las primeras palabras que pronunció al abrir los ojos fueron para preguntar por cómo se encontraba Jakub Gerber. Recibió el alta en abril e inició una exigente rehabilitación con la intención de regresar a los circuitos en 2012, pero pronto la realidad hizo añicos esa meta a pesar de que llegó a subirse al simulador de Mercedes en Brackley e incluso a un coche del DTM. El accidente le había reducido la moviilidad y sensibilidad en la mano derecha, algo de vital importancia en el mundo de los monoplazas. Stefano Domenicali confirmó poco después que la Scuderia Ferrari le tenía en su lista de futuros compañeros de Fernando Alonso. No pudo ser. Regresó a los rallyes, donde consiguió resultados discretos, y en los últimos meses volvió a subirse a monoplazas de F1 con Renault y Williams. Incluso estuvo en la carrera por un asiento en el equipo de Grove, aunque finalmente este año será piloto de desarrollo y reserva de los británicos ¿Volverá a ser titular algún día? Eso todavía es un misterio.

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