Se sentía perjudicado por el equipo

Räikkönen, molesto con su estrategia en el GP de España

Miguel Carricas
12/05/2014 12:25

La frenética batalla que mantuvieron Fernando Alonso y Kimi Räikkönen en el Gran Premio de España ha sembrado numerosas dudas sobre el supuesto trato favorable de Ferrari hacia la estrategia de tres paradas que adoptó el piloto asturiano frente a la de su compañero de equipo, quien se mantuvo en pista hasta la bandera a cuadros con un juego de neumáticos duros.

Por el momento, la versión oficial de los hechos es que Ferrari llamó a boxes a Alonso antes que a Räikkönen para hacer su tercera parada, pese a que el bicampeón rodaba en ese momento justo detrás de su compañero de equipo.

Tal libertad de elección que habría recibido Alonso por parte de la formación de Maranello le permitió aprovechar la ventaja de los neumáticos medios para adelantar al finlandés dos vueltas antes del final de la carrera.

Contrariado por la diferencia de prestaciones existente en los últimos compases del Gran Premio, la cadena finlandesa MTV3 asegura que Räikkönen entabló "largas conversaciones" junto a su equipo con el fin de mostrar su descontento por la estrategia adoptada en la carrera.

El hecho de permanecer en pista mientras su compañero enfilaba su remontada con los neumáticos medios le habría impedido obtener una ventaja cercana a los 30 segundos para asegurar la sexta posición.

El aparente enfado de Iceman ya se dejó ver en forma de frías respuestas a la cadena ‘Sky Sports F1’, a la cual aseveró un escueto "no lo sé" cuando fue preguntado sobre la supuesta falta de trato igualitario dentro del equipo Ferrari.

Apenas unos segundos después, Räikkönen abandonó la zona de entrevistas con un gesto de resignación después de negarse a responder una pregunta acerca de su intención por hacer la parada antes que Alonso.

Si bien su desencanto por el resultado final parece comprensible, Räikkönen se apresuró a reconocer posteriormente que no existía ningún tipo de ventaja en cualquiera de las estrategias adoptadas en ambos monoplazas.

"No había mucho que hacer entre los dos. Al final no hay ninguna diferencia. Ha sido un resultado muy decepcionante para Ferrari", ha reconocido.

No obstante, el finlandés no parece dispuesto a aceptar bajo cualquier condición las decisiones que tome su equipo desde el muro, y es apenas unos segundos después de concluir la carrera ya se apresuró a dudar en la radio del equipo sobre los objetivos que conllevaba la diferencia estratégica respecto a su compañero de equipo.

"¿Quién ha tomado esta decisión exactamente?", comentó Räikkönen a su ingeniero, Antonio Spagnolo, después de cruzar la línea de meta.