Mercedes prohibió a sus pilotos comunicarse después del GP de Bélgica

Alejandro Cárdenas

16/12/2014 04:59

Lewis Hamilton y Nico Rosberg tuvieron prohibido conversar entre ellos y con miembros del equipo Mercedes, inmediatamente después del disgusto que tuvieron por su choque en la segunda vuelta del Gran Premio de Bélgica.

Los jefes de Mercedes estaban muy disgustados porque sus dos pilotos chocaron entre ellos en la segunda vuelta del GP de Bélgica en Spa-Francorchamps y, como consecuencia, tomaron una medida sin precedentes en una pelea interna en un equipo de Fórmula 1.

El resumen de la temporada 2014 publicado por Autosport ha revelado que a ambos pilotos les fue comunicado, durante la noche del domingo en Bélgica, que no les estaba permitido conversar entre ellos o con alguien del equipo desde que tuvieron su contacto. Mientras tanto, los jefes de Mercedes aclararon los problemas de vuelta a la fábrica de Brackley, incluida una intensa reunión de dos horas el lunes tras la carrera entre Rosberg y Hamilton.

Aunque hubo acalorados intercambios entre los dos hombres de Mercedes respecto a lo sucedido en las semanas previas, el equipo arregló finalmente sus diferencias y acordaron seguir adelante. Una vez se sorteó la situación de Spa en Brackley, Hamilton y Rosberg recibieron la orden de acudir a la sede del equipo.

Toto Wolff, máximo ejecutivo del equipo Mercedes, dio algunos detalles de lo que sucedió inmediatamente después de Spa, y admitió que la situación fue tan mala para el equipo que tuvieron que aclararles a sus hombres que habían sobrepasado la raya de lo tolerable. Wolff insiste, además, en que un hecho de similar calibre no sería tolerado en lo sucesivo y que, de suceder, podría haber resultado en que uno de los pilotos perdiera su asiento, de manera que se aseguró de que las cosas se calmaran.

"Salimos de eso como lo haría un equipo súper fuerte", dijo Wolff a Autosport. "Salimos y dijimos: un piloto no puede ser una interferencia para el equipo. Somos un solo equipo. Y eso nos hace unirnos más porque tal vez nos da un poco más de fuerza. Y no es un juego de poder, porque un juego así es letal y no puedes jugar dentro de un equipo.

"Pero, cuando los tuvimos de vuelta en la fábrica [a los pilotos], ellos se dieron cuenta de la situación. Les dijimos que no podían hacerlo de nuevo porque teníamos piezas en el coche  para llevar a Monza, y piezas que pretendíamos llevar a Singapur. La gente trabaja toda la noche, no ven a sus familias y ellos lo echaron todo a perder en la segunda vuelta".

“No decimos que estás al 100% de poder fallar, o uno de ustedes es – pero fue suficiente que fuera un 51%. Entonces dijimos: No lo hagáis de nuevo. Si lo hacéis de nuevo decidiremos si queremos continuar con esta alineación. El mensaje se envió semioficialmente, lo que fortaleció la posición”, puntualizó Wolff.