McLaren usará motor Mercedes, pero diseñará su propia caja de cambios
McLaren utilizará el próximo año un motor Mercedes, en lugar del propulsor Renault de estas últimas temporadas, pero Andreas Seild ha precisado que seguirán usando su propia caja de cambios en lugar de comprarla a los de la estrella, como hace Racing Point.
Seidl asegura que ellos quieren seguir su propio camino, mantener cierta independencia con respecto a Mercedes. "Nuestra filosofía no va a cambiar porque usemos un motor Mercedes. Vamos a utilizar sus motores, pero no es cuestión de usar también su caja de cambios. Vamos a seguir diseñando y usando nuestros propios cambios".
¿Declaración de principios o decisión temporal forzada?. Hay parámetros importantes que valorar cuando se hace una elección de este tipo. De una parte, los económicos, claro, pero de otra los prácticos y reglamentarios.
Y, no menos importante, una decisión filosófica: si compras muchas piezas a Mercedes, acabas con un clon o como un cliente. En ambos casos McLaren cree que siempre se vería lastrada y desaparecían varias de sus oportunidades de victoria o título.
Está claro que comprar también la caja de cambios a Mercedes –y en consecuencia muy probablemente la suspensión trasera– entrañaría algunas servidumbres. Lo ha dicho Racing Point, que al comprar la caja de cambios de Mercedes tuvieron que abandonar el camino del 'High Rake' porque el cambio no se adapta a ello y tomar, por tanto, el del 'low rake' que emplea Mercedes y para el que se ha diseñado la caja de cambios.
También está el hecho de que el próximo año está congelado el desarrollo de los chasis y limitado a dos tokens. Aunque McLaren tendrá permiso para hacer los cambios imprescindibles para ubicar el motor nuevo, difícilmente podría también con estas reglas asumir un cambio radical de filosofía aerodinámica, que quizás implique varios cambios en suspensiones y chasis.
La idea lógica es seguir su propio camino, a la espera de ver qué es lo más interesante para 2022. Quizás la decisión tenga que ver con guardar libertad para elegir su propio camino con las nuevas reglas, que siempre representan una oportunidad para recuperar de golpe el terreno perdido y es muy posible que Seidl crea que es mejor afrontar el reto desde la propia filosofía, sin verse prisionero de lo que hagan otros, ni perder tiempo a la espera de que el proveedor te marque los parámetros en los que te puedes mover y tengas que ir contrarreloj.
La decisión debe tomarse tras estudiar la globalidad del problema, teniendo en cuenta los recursos, humanos y técnicos de los que se dispone.
