Matt Morris, su jefe de ingeniería, avisa de los futuros cambios

McLaren se reinventa: tomarán las decisiones "en una escala global"

Miguel Carricas
26/12/2014 18:29

La organización se ha convertido en un elemento esencial para triunfar en la Fórmula 1. En este sentido, la evolución de los tiempos ha transformado los estamentos tradicionales de los equipos en una variedad de responsabilidades muy diferenciadas acordes a los nuevos retos del deporte, los cuales recogen desde la desaparición parcial de la figura de los jefes de equipos hasta la trasformación de las tareas dentro de los departamentos de ingeniería, donde se busca constantemente la reinvención técnica con el fin de adaptar nuevas soluciones capaces de alcanzar el éxito más inmediato.

Dentro de todas las modificaciones internas que han adaptado recientemente las escuderías, destaca el proceso de regeneración llevado a cabo por McLaren, la cual ha afrontado en 2014 la difícil responsabilidad de reorganizarse internamente con el único objetivo de emprender su nuevo periplo junto a Honda con las garantías competitivas suficientes para optar al liderazgo de la Fórmula 1.

Cada vez miramos el coche en términos más amplios y nuestro entendimiento es más integrado

Por el momento, es Mercedes AMG el equipo que ha demostrado gozar de una organización interna envidiable y exenta de una voz autoritaria sobre otros dirigentes que ha servido para que reinventaran el diseño estructural que regía hasta la fecha, alcanzando la gloria tanto en el campeonato de pilotos como de constructores gracias a un trabajo impecable en materia de ingeniería en el desarrollo de su nuevo motor V6 Turbo.

Siendo las flechas plateadas uno de los ejemplos a seguir para McLaren en el futuro, lo cierto es que los británicos han decidido transformar drásticamente su entendimiento general del monoplaza hacia una nueva concepción más global donde la conducción de los pilotos juega un papel más relevante en comparación a los datos extraídos de las pruebas aerodinámicas. 

"Uno de los aspectos principales en los que nos hemos centrado durante la temporada ha sido nuestra mentalidad sobre cómo percibimos realmente las ganancias de rendimiento. En el pasado, hemos utilizado algunos modelos matemáticos para saber que una nueva pieza era más rápida, y hemos tendido a creérnoslo. Ahora, sin embargo, lo que hemos ido haciendo cada vez más es mirar a algunos de esos conceptos aerodinámicos y pensar más allá de lo que predice el ordenador", comenta Matt Morris, jefe de ingeniería de la entidad de Woking.

Enfoque en la conducción: El piloto usa su confianza para hacer que el coche vaya más rápido

Al hilo de la necesidad de mejorar progresivamente la conducción del monoplaza, Morris ha reconocido que las sensaciones de sus pilotos a lo largo de la temporada 2014 experimentaron una mejora progresiva como consecuencia de las nuevas medidas adoptadas por el seno de Woking en materia técnica que, sin embargo, no dieron sus frutos hasta el Gran Premio de Japón.

"En otras palabras, nos hemos fijado en ellos más en términos de una conducción general. La palabra ‘conducción’ ha terminado por mover definitivamente las filas de nuestro proceso de toma de decisiones a medida que ha avanzado la temporada. Para dar un ejemplo tangible: al principio del año, los pilotos se habían quejado mucho sobre el manejo del coche. Probamos muchas cosas nuevas, pero realmente no adaptamos nada al coche que marcara la diferencia hasta que llegamos a Japón, donde montamos un nuevo paquete aerodinámico en la parte frontal", ha destacado el británico.

De este modo, la confianza del piloto al volante también constituye un aspecto primordial para mejorar el rendimiento del coche, y es que la clave del éxito a la hora de apostar por conceptos alternativos de ingeniería en la Fórmula 1 no es otra que contemplar el monoplaza como un elemento de variables muy  diferenciadas donde las sensaciones de los pilotos influyen a la hora de tomar las decisiones correspondientes a las necesidades del coche, según ha destacado Morris.

"Así de repente, los pilotos estaban diciendo: ‘El coche ha cambiado, es mejor’. Cada vez notamos que, si le gusta al piloto, puede usar su propia confianza en sí mismo en el equilibrio y hacer que el coche vaya más rápido. Esa mentalidad fue definitivamente un catalizador para que fuéramos en esa dirección", comenta.

"Lo que hemos hecho es aumentar nuestro entendimiento alrededor del coche, es más integrado; miramos al coche en términos más amplios, y estamos tomando decisiones en una escala más global. Esa es una de las principales cosas que hemos cambiado en la ingeniería", asevera el británico.