Ferrari en la recamara

Mateschitz desmiente los rumores que quieren romper con Renault

Víctor Bolea
18/06/2015 11:37

La tensión entre Red Bull Racing y Renault ha ido demasiado lejos hasta el punto de que el asesor de la escudería de las bebidas energéticas, Helmut Marko, empezó a coquetear con Ferrari para que les suministrarán motores en los próximos años. Sin embargo, el presidente de Red Bull, Dietrich Mateschitz asegura que preferirían abandonar la Fórmula 1 o, incluso, fabricar su propio motor.

Marko encendió la mecha de una relación que ya de por sí estaba muy tensa y lanzó un dardo a su actual motorista, Renault, además de mandar un ultimátum a los franceses. "La versión B del motor Ferrari sería mejor que la versión A del Renault. No podemos seguir con este motor dos años más", asegura el austríaco para Sport Bild.

Sin embargo, Mateschitz le contradice y advierte que no existe otra alternativa que seguir con Renault. De no ser así, Red Bull plantearía abandonar el Gran Circo. "No hay nada sobre esos rumores. No hay otra alternativa que Renault", comenta en referencia al contrato que tienen con los franceses hasta finales de la temporada 2016. “No puedo predecir lo que ocurrirá en dos o tres años en la Fórmula 1, o incluso lo que pasa ahora. Es mejor no hacer predicciones en F1”, añade.

Si no hay más opciones simplemente perderemos el interés

La realidad es que la opción de Ferrari está en el aire, aunque apenas han empezado a negociar. Sin embargo, la idea de convertirse en equipo cliente no convence a Mateschitz. "Puedes tener un motor lo suficientemente bueno para quitarle puntos a tu rival directo. Pero nunca será lo suficientemente bueno para batir al equipo que te ofrece ese motor. Como clientes nunca volverás a ser campeón del mundo. Y si vemos que no hay más opciones, porque también estamos restringidos en la parte aerodinámica, simplemente perderemos el interés", lamenta el máximo dirigente de Red Bull. 

Es por ello que Mateschitz todavía confía en Renault, ya que es lo único que les permitirá volver a la senda de los triunfos. "Todavía mantenemos la esperanza. La esperanza es lo último que se pierde. No somos un fabricante de motores. Por supuesto que un día podríamos fabricar nuestro propio motor si no hay otra alternativa razonable. Pero esto iría en contra del sentido común", concluye.