Pirelli elabora esta especial lista

Las siete victorias más controvertidas de la historia

02/02/2017 19:52

El proveedor único de neumáticos de la Fórmula 1, Pirelli, ha elaborado una lista con las siete victorias más polémicas, o extrañas o únicas de la historia del automovilismo mundial, entre las que incluye finales acrobáticos, pequeñas trampas o fisuras de la normativa e incluso un par de mundiales ganados sin que el piloto estuviese presente…

 

  • El finlandés volador: El piloto de Audi, Laurens Vanthoor, entró en los libros de historia al convertirse en el primer piloto en ganar una carrera -y título- pasando por meta boca abajo, es decir, gracias al techo de su coche. ¿Cómo? Después de un gran accidente en la mítica carrera de Macau (considerado por muchos el circuito más complicado del mundo). El accidente con el que Vanthoor acabó boca abajo provocó banderas rojas, lo que finalmente concluyó con lo que fue victoria para el piloto finés dado que no se reanudó la carrera. En el momento del accidente justo había sido adelantado, pero por normativa el vencedor es aquel que lidera la última vuelta completa

 

  • La lluvia, ese gran aliado: Vittorio Brambilla solo ha ganado una carrera de Fórmula 1, y fue en un GP de Austria de 1975 pasado por agua. A bordo de su March, Brambilla venció por delante de un James Hunt que tuvo que abandonar cuando su motor dijo ‘basta’. En la vuelta 29 de las planeadas 45 totales, los organizadores tuvieron que parar la carrera por las condiciones climatológicas. Justo en ese momento, después de cruzar la bandera a cuadros, Brambilla sufrió un trompo y acabó por golpear el muro.

 

  • Micheal Schumacher y la polémica del ’98: El káiser no se ha librado de entrar en esta lista, puesto que en el GP del Reino Unido de 1998, se vivió uno de los incidentes más controversiales de toda la historia. Schumacher fue sancionado con un stop & go por adelantar al inicio de carrera (sobre mojado) bajo un régimen de banderas amarillas. Las normas decían que debía cumplir con la sanción como mucho tres vueltas después de recibir la notificación de la FIA, y Ferrari optó por apelar a la sanción y quejarse a los comisarios. Finalmente, Schumacher entró a boxes en la última vuelta de carrera, lo que implicó que ya había cruzado la línea de meta que estaba antes de la entrada al Pit Lane y así ganó la carrera.

 

  • Ser campeón cueste lo que cueste: Jochen Rindt es el único campeón de la historia de la F1 que recibió el título post mortem, en 1970. El austríaco lideraba tranquilamente el GP de Italia en Monza esa temporada, a falta de tan solo cuatro pruebas para terminar el año. En los entrenamientos libres, tuvo un accidente fatal en la curva de la Parabolica. Pero era tal su ventaja en el Mundial que nadie pudo alcanzarle y Rindt se convirtió en campeón del mundo con cinco puntos de ventaja sobre Jacky Ickx, aunque él nunca lo supo.

 

  • Loeb, campeón de rally con un brazo roto: El piloto francés dominó la temporada de 2006 en el Mundial de Rally, pero Sebastien Loeb se rompió el brazo mientras andaba en bicicleta (aunque más tarde reconoció que no era una bici, sino una moto) y no participó en las últimas cuatro pruebas. El piloto de Ford Marcus Gronholm no logró superar la desventaja de puntos que Loeb tenía y así es cómo el francés, por solo un punto de ventaja, se convirtió en campeón del mundo, desde su casa mientras la última prueba del año se disputaba en Australia.

 

  • El compañerismo sobrepasa barreras: Juan Manuel Fangio ganó su cuarto título de Fórmula 1 al terminar segundo el GP de Italia de 1956, en su primer -y último- año como piloto de Ferrari. Solo que acabó la carrera con un monoplaza distinto al que había empezado. El astro argentino era el favorito a la victoria, pero rompió la dirección de su coche, así que su compañero de equipo, Peter Collins (quien también peleaba por el Campeonato), entró a boxes y voluntariamente cedió su coche a Fangio para que pudiese consolidar su título.

 

  • Ganar un mundial en un juzgado: El finlandés Juha Kankkunen ganó el último mundial de la era del Grupo B en un juzgado de París, y ni siquiera estaba allí presente. La FIA le convocó porque los comisarios decidieron que el equipo Peugeot de Kankkunen había montado piezas aerodinámicas ilegales en el Rally de San Remo, y descalificaron a todo el equipo. Después, la FIA revisó lo ocurrido y acabó por anular los resultados de San Remo, así que por arte de magia, Kankkunen fue campeón del mundo del WRC de 1986.