El equipo ha perdido el rumbo

La crisis de Toro Rosso frustra a Sainz: "No sabemos qué ocurre"

Miguel Carricas
29/08/2016 18:51

Carlos Sainz esbozaba ayer una tímida sonrisa instantes antes de atender a los medios de comunicación desplazados a Spa-Francorchamps, como si estuviera tratando de vencer una batalla psicológica contra las carencias de su coche que empieza a minar su moral, su paciencia y las esperanzas de obtener buenos resultados durante las siete carreras restantes del Campeonato. El madrileño labró una salida inmaculada que le colocó séptimo antes de sufrir un pinchazo en la recta de Kemmel, destrozar su alerón delantero y provocar una serie de carcajadas entre algunos periodistas en la sala de prensa, atónitos ante los desperfectos que unos pocos trozos de fibra de carbono habían causado a la estructura ya destrozada del STR11.

No obstante, lo cierto es que los grandes daños de Toro Rosso trascienden de la arquitectura del chasis y empiezan a penetrar con firmeza en la mentalidad competitiva de Sainz, quien rema contra viento y marea tratando de sacar el máximo rendimiento a un monoplaza más lento que el Manor y el Sauber en determinados puntos del circuito belga. Pese a que las expectativas de cara a la carrera no pasaran ni siquiera por aspirar a la última posición de puntos, Carlos no ocultó su descontento tras haber soñado por momentos con un buen resultado que ayudara a olvidar las frustraciones de los entrenamientos libres y la clasificación del sábado.

"Creo que conseguí pasar a uno de los Renault en la salida, luego me fui por el interior en la curva uno y ahí también he podido adelantar a todos los que se fueron largos. Mi primera vuelta ha sido muy buena, creo que escalé hasta la undécima posición. Luego adelanté al otro Renault en la recta de Kemmel y estaba ya décimo. Después vi que un Ferrari y un Red Bull estaban sufriendo con los daños y conseguí adelantarles. Y después pasé a Pérez. De repente me vi séptimo, lo cual ha hecho que fuera una muy buena primera vuelta", reflexionaba Sainz sobre su buen arranque en el Gran Premio.

Sus esfuerzos por intimidar a equipos como Williams o McLaren, sustancialmente superiores en las largas rectas de Spa, se truncaron tras el pinchazo en la salida del Radillon. Los puntos no entraban en sus planes aún habiendo escalado hasta el séptimo lugar, aunque Sainz lamenta la oportunidad perdida.

"Mirando al ritmo, los puntos no hubieran llegado, pero al menos he conseguido hacer una buena salida. Aún y todo, cuando haces una salida tan buena piensas que los puntos eran posibles y ahí llegó el pinchazo. Estaba muy frustrado. Mal final a un mal Gran Premio que lo habíamos solucionado tras una buena primera vuelta, pero al final me he retirado".

Una visita a los aficionados presentes en las gradas puso broche final a un fin de semana decepcionante que Sainz tratará de olvidar antes de llegar a Monza.

"En cuanto al rendimiento del equipo, no hay nada positivo, porque no estamos donde deberíamos haber estado; no en Q3, pero no a un segundo de los puntos. Podríamos haber hecho una buena carrera, quizá hasta la 11º o 12º posición, no los puntos, pero mi trabajo es extraer el máximo del coche. Tenía una oportunidad en la salida de estar luchando y con una carrera loca, nunca sabes qué puede ocurrir”, apuntaba en respuesta a una cuestión planteada por LaF1.es.

En un periodo de apenas seis semanas, Toro Rosso ha pasado de asentarse firmemente en las últimas posiciones de puntos a sufrir para obtener un pase directo a la Q2 del sábado. Sainz niega que las piezas introducidas en Hockenheim no resultaran efectivas para mejorar la carga aerodinámica, aunque reconoce que ni los propios ingenieros son capaces de justificar por qué el monoplaza se ha alejado a más de un segundo de la lucha por los puntos. Si bien es cierto que la naturaleza de Spa jugaba en contra de sus fortalezas, el madrileño detecta una evidente pérdida de rendimiento en el paso por curva, punto fuerte del STR11 desde el inicio del 2016.

"Trajimos una mejora a Hockenheim para compensar la potencia que estamos perdiendo; pero de momento parece que desde el viernes de Hungría, aunque lograra salvar el fin de semana con una buena clasificación y una carrera decente, no estamos rindiendo como deberíamos. Hay algunos interrogantes para ver por qué no estamos dando el paso adelante con la mejora en la aerodinámica y por qué sufrimos tanto…. Nos hemos fijado en los datos y vemos que no estamos rindiendo en las curvas donde antes solíamos ir bien. Hay algún error en algún sitio que el equipo analizará e investigará; esperamos llegar a una solución”, apunta.

“La sensación general es que el equilibrio está ahí, pero luego miramos a los datos en la velocidad por curva, donde hace cuatro carreras en Silverstone solíamos ser muy fuertes, y ya no vamos bien. Y no es que Force India haya traído un nuevo paquete o que Haas, Manor y Renault nos superen en curvas por traer mejoras… Tenemos ahora una degradación muy grande y antes no íbamos mal con los neumáticos, no podíamos controlar las temperaturas de las ruedas traseras en la carrera. Son estas dos cosas: una es la incógnita con el neumático y por qué las temperaturas son tan altas, y por qué ya no somos tan rápidos en curvas de media-alta velocidad", añade.

Sainz afirma ser "consciente" de que la falta de evolución en el motor Ferrari de 2015 también será otro factor limitante a la hora de soñar con los puntos durante el último tercio de la temporada.

"Es algo que esperábamos y para lo que estamos preparados", confiesa el piloto de Toro Rosso, quien ve a McLaren como un rival potencialmente imbatible si prosigue la falta de sensaciones con el monoplaza a partir del GP de Italia.

"Ellos ya están por delante y ahora debemos remontar. Yo no estoy contento, James (Key) no está contento, Franz (Tost) tampoco… Aunque McLaren nos gane, espero al menos que lo hagan cuando nosotros rindamos al nivel que esperábamos, no sufriendo tanto en cada fin de semana".