Horner: "Sería imposible juntar a Hamilton y Vettel en un equipo"
Christian Horner ha reconocido que una pareja de pilotos formada por Lewis Hamilton y Sebastian Vettel sería "complicada" para la gestión de un equipo. El dirigente británico, quien llegó a anunciar el interés de Hamilton por recalar en Red Bull Racing a partir de la temporada 2013, sostiene que una hipotética unión entre ambos hubiera generado "divisiones" internas hasta perjudicar la situación deportiva de la formación de Milton Keynes.
A lo largo de la historia, las duplas entre campeones del mundo han derivado en grandes éxitos para escuderías como Ferrari, McLaren, Williams o la propia Red Bull, pero nunca exentas de frecuentes tensiones internas. Uno de los episodios más reseñables se produjo entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso durante el año 2007, hasta el punto de que el asturiano decidiera abandonar el equipo McLaren a final de la temporada.
Lewis ha conseguido cosas fenomenales en otro ambiente y ha encontrado su camino
De vuelta al 2013, Horner cree que una posible asociación entre Hamilton y Vettel hubiera desembocado en una situación parecida. "En ese momento, hubiera sido imposible acomodar a Lewis y Sebastian en el equipo, y obviamente seguimos triunfando con Seb. Los tiempos no cuadraban. Lewis ha conseguido cosas fenomenales en otro ambiente y ha encontrado su camino", explica en declaraciones al Daily Telegraph.
En el caso de que Ferrari lograra batir a Mercedes en 2016, Hamilton podría fichar por la escudería de Maranello en busca de mayores éxitos para su trayectoria deportiva. No obstante, Horner sigue sin vislumbrar esta hipótesis. "Estaría asombrado por ver a los dos en el mismo equipo. También desde un punto de vista del equipo, sería muy difícil contemplar ese panorama. Provocaría muchas, muchas divisiones. Siempre tendrías a uno exaltado y al otro irritado", apunta el británico.
Por otro lado, Horner ve "más harmoniosa" la rivalidad de Hamilton y Rosberg en el equipo Mercedes AMG, aunque recuerda que la batalla interna de Red Bull hasta el año 2013 se desarrolló en un marco de constante tensión entre Vettel y Webber. "Seb tenía el control sobre la situación, así que Mark hacía todo lo posible para intentar molestarle. Ya fuera quitarse los micrófonos en una reunión porque no valoraba lo que decía Seb, aunque estuviera intentando escuchar de forma desesperada qué estaba pasando", confiesa.
