El tetracampeón afirmó que la categoría eléctrica no tenía interés

Heidfeld responde a Vettel: "La Fórmula E no puede competir contra la Fórmula 1"

Miguel Carricas
16/09/2014 12:11

La primera puesta en escena de la Fórmula E atrajo el pasado domingo la atención de miles de aficionados al automovilismo expectantes por presenciar el fulminante estreno de una nueva categoría compuesta únicamente por unos monoplazas eléctricos que demostraron contar con unas velocidades francamente discretas en comparación a la potencia de los bólidos de la Fórmula 1. 

De esta forma, las críticas hacia la Fórmula E apenas han tardado dos días en acaparar la opinión de algunas de las personalidades más relevantes del deporte, quienes ya se han apresurado a cargar contra el agravado desequilibrio que muestran los monoplazas eléctricos a la hora de compensar eficiencia y velocidad, adquiriendo el primer aspecto una relevancia mayúscula para las expectativas de futuro de la categoría.

La Fórmula E no quiere competir contra la F1, y el concepto es bastante diferente

Una de las voces de mayor repercusión es la de Sebastian Vettel, cuya postura adversa a los cambios más recientes aplicados en el mundo del automovilismo le llevó el pasado mes de Mayo a tildar a la competición de un “chorrada” sin interés alguno para los aficionados: “No soy fan (de la Fórmula E), y como espectador no estaría interesado”, comentaba con seguridad el germano.

Unos meses después, y con motivo de su estreno oficial como piloto de la categoría eléctrica, Nick Heidfeld ha afirmado no comprender la intención ofensiva que encerraban las palabras de su compatriota, pues el concepto de la Fórmula E no es comparable a la expectación mediática y el rendimiento que ha generado históricamente la Fórmula 1.

“Me cae bien Sebastian y no sé en qué contexto dijo eso. Pero creo que la Fórmula E no puede competir actualmente contra la Fórmula 1, y realmente tampoco quiere. El concepto es bastante diferente”, ha comentado el teutón.

Dicho concepto diferenciado no impide, sin embargo, que la Fórmula E pueda convertirse en  una apuesta competitiva y eficiente para el desarrollo de la tecnología en los coches de calle, unas cualidades específicas que el piloto germano subraya con optimismo: “La categoría está justificada si consideras el desarrollo de la movilidad eléctrica y el interés que los fabricantes tienen en ella. Ya veremos cuánto es de exitosa”, indica.

De hecho, Heidfeld ha recordado que “incluso la Fórmula 1 está sufriendo actualmente con algunos titulares negativos”, si bien su histórica etiqueta de “cumbre del automovilismo” o las elevadas velocidades respecto a otras categorías le impedirán restar de algún modo su importancia a nivel global. Así, los contrastes de la Fórmula E respecto a la categoría reina se agravan en mayor medida a raíz de la estructura rayada de los neumáticos y la discreta dotación de potencia cercana a los 300 caballos.

“Comparado con la Fórmula 1, el rendimiento es modesto. Tenemos casi 300 caballos de potencia en clasificación y los coches pesan 900 kilos. Los neumáticos Michelín que estamos utilizando no son slicks, los cuales son más lentos pero podemos usarlos en seco y mojado. Son coches de competición normales que siempre son difíciles de pilotar al límite”.

 

La Fórmula 1, un mundo fiel al dinero 

Pese a ello, el que fuera piloto de entidades de renombre como BMW, Lotus o Sauber no se arrepiente de su decisión de afrontar una nueva etapa de su trayectoria de la mano de la Fórmula E, principalmente por la motivación que le sugiere la calidad del resto de pilotos que componen la parrilla.

En términos de calidad de los pilotos, no necesitamos escondernos de la Fórmula 1

“Otra razón por la que escogí esta carrera es por los rivales. En términos de calidad de los pilotos, no necesitamos escondernos de la Fórmula 1. En comparación con años pasados, la diferencia es obvia. Es difícil llegar ahora a la Fórmula 1 sólo con talento”, reconoce.

La comparación a la que hace alusión Heidfeld no parece desentonada de la realidad, y es que gran parte de los pilotos que tomaron parte en la primera prueba de Beijing ya arrastraban con una andadura anterior como pilotos de la Fórmula 1. Nombres como Jaime Alguersuari, Sebastien Buemi, Jarno Trulli, Bruno Senna o el propio Heidfeld han sido vistos con buenos ojos por los responsables de los equipos de la Fórmula E en su intento por aprovechar sus dilatados conocimientos y exprimir así el desarrollo del potencial de los coches eléctricos.

Sin embargo, el hecho de que tales pilotos figuren en categorías inferiores a la Fórmula 1 ha generado un profundo descontento en un sector de la afición a medida que los problemas financieros han obligado a las escuderías a contratar a los denominados “pilotos de pago” con el fin de paliar así una sangría monetaria que, en el caso de Lotus o Caterham, se encuentra cerca de la absoluta bancarrota que originaría su desaparición del deporte.

“No quiero criticar a los equipos. Obviamente preferirían fichar a pilotos basados sólo en lo que pueden hacer sobre la pista. Pero también tienen que pagarles. La Fórmula 1 es demasiado cara para la mayoría de los equipos, lo cual es una pena, pero así son las cosas”, destaca Heidfeld al comentar la ascendente relevancia del dinero en la categoría.

Existen casos, si bien cada vez más paradójicos, en los que el talento innato se impone a la financiación como aliciente para recalar en el impenetrable mundo de la Fórmula 1. Situaciones similares se han producido recientemente con el fichaje de Max Verstappen como piloto titular de Toro Rosso con apenas 17 años, o incluso la contratación de la joven promesa Pascal Wehrlein para ocupar uno de los puestos reserva del equipo Mercedes AMG hasta la conclusión de la presente temporada.

Preguntado por su punto de vista en cuanto al grado de importancia de la experiencia, Heidfeld sugiere la implantación de un límite de edad que impida a pilotos incluso menores de edad como Verstappen aterrizar de forma inminente a los mandos de un monoplaza de la Fórmula 1.

“Básicamente, la madurez y experiencia aumenta cuanto mayor eres. Vimos que funcionó con Kimi (Räikkonen, en 2001), pero él era incluso más mayor que Max. En un conjunto, sería mejor y más seguro si hubiera una edad mínima en la Fórmula 1. Claramente, es posible que haya pilotos excepcionales como Kimi y quizá Max que puedan hacerlo. Pero es muy difícil predecirlo antes de tiempo”, concluye.