Grosjean admite haber controlado su agresividad desde el 2012
La agresividad es una de las cualidades que marca el estilo de pilotaje de Romain Grosjean. Pese a que sus inicios en la Fórmula 1 estuvieran marcados precisamente por su búsqueda excesiva de los límites sobre el asfalto, causando algunos graves accidentes como el de la salida del GP de Bélgica 2012, el francés reconoce que sus cuatro años de experiencia en la parrilla le han servido para controlar sus emociones al volante y contar con un método de actuación agresivo y a la vez preciso con el que es capaz de marcar la diferencia en momentos de suma importancia como la sesión clasificatoria.
Preguntado sobre el motivo por el cual ha logrado reducir esta propensidad a cometer accidentes durante los últimos años, Grosjean admite que se debe a su mayor madurez como piloto F1: "He aprendido mucho. Si cogemos el año 2012, los errores eran siempre en el mismo sitio: siempre un fallo en la salida por elegir un mal objetivo. Cuando aprendes eso y entiendes qué estás haciendo mal, entonces puedes cambiar", ha reconocido el francés a GPUpdate.
Los errores de 2012 eran siempre por elegir un mal objetivo en la salida
Según Grosjean, el hecho de haber logrado calmar sus emociones no le impide conservar su característica agresividad, si bien reconoce que cada vez se preocupa más por cometer menos errores que trunquen el trabajo de sus mecánicos en la puesta a punto del monoplaza.
"También creo que la agresividad que puedo tener al rodar en la sesión clasificatoria es mi punto fuerte. Es importante hacer una buena vuelta para algunos momentos clave de la carrera. Por supuesto, necesitas controlarla y necesitar saber que hay 500 personas trabajando duro para construirte un coche, y ellos no quieren que te choques", ha manifestado.
