GP DE ESPAÑA

Cristóbal Rosaleny te lleva a España 1969 en Vamos sobre Ruedas

06/05/2019 21:25

El codirector de SoyMotor.com, Cristóbal Rosaleny, ha protagonizado un corto en el programa de 'Vamos sobre Ruedas' en el canal de Movistar+, #VAMOS. En él, recuerda, en la semana del Gran Premio de España, la primera carrera de Fórmula 1 disputada en Montjuïc, la de 1969, en la que comenzaron los problemas de falta de confianza de Jochen Rindt con el Lotus.

El programa, presentado por Antonio Lobato, completo se podrá visualizar en cualquier momento repetido bajo demanda en la web de Movistar+, aunque de cualquier forma os dejamos a continuación un pequeño resumen de su contenido.

El GP de España de 1969 fue el comienzo de la corta pero intensa historia de la Fórmula 1 en Montjuïc. Jochen Rindt salía desde la Pole en su segunda carrera con Lotus. El equipo, gracias al ingenio de Colin Chapman, era el claro dominador de la parrilla pues, junto a Ferrari, habían sido los primeros en desarrollar los alerones traseros, que en ese año eran altos y frágiles, mala característica para la Montaña Mágica. En la vuelta 19 de carrera el alerón de Rindt se rompió en el punto de mayor velocidad de la pista.

"Golpe contra el guardarraíl interior, salto y rebote contra el exterior… ¡y choque contra el coche abandonado de Hill! Rindt volcó, y el silencio se apoderó del circuito. El Lotus estaba destrozado", cuenta Rosaleny.

El piloto sobrevivió, aunque había sufrido diversas contusiones y sangraba por la nariz. Ya recuperado del susto, escribió a Chapman una carta en tono muy serio. Le decía que los Lotus eran tan rápidos que podría permitirse que pesaran unos kilos más para que fuesen también un poquito más robustos y le pedía más precisión a los mecánicos, pues sospechaba que algún error de estos había causado otro accidente suyo. Además, apuntaba que estaba cerca del punto de "no confianza" con ese monoplaza.

Al año siguiente, tristemente para él, otro problema técnico le causó una salida de pista que acabó con su vida. "Quizá por esa falta de confianza, Rindt se dejaba el cinturón inferior sin abrochar, por si tenía que saltar del coche en caso de incendio", apunta nuestro codirector.

"El problema es que su golpe antes de la Parabólica provocó que el piloto se escurriera por debajo del cinturón hasta que el mismo dispositivo le partió el cuello, lo que le causó una muerte inmediata. Fue el triste final del único piloto en la historia que se coronó Campeón del Mundo a título póstumo", comparte Rosaleny para terminar.