Bianchi sufrió un impacto de 254G en su accidente en Suzuka
Escalofriantes. Sería la única manera de adjetivar los datos nuevos que han llegado acerca de la investigación del accidente de Jules Bianchi. Todo cobra más sentido e incluso más valor el espíritu de lucha mostrado por el francés que peleó hasta el final en el hospital por acabar la carrera. Esta vez no pudo ser así. Y razones no faltan para ello.
Primero porque se ha conocido que Jules perdió el control sobre el inundado trazado japonés a 213 kilómetros/hora para golpear después aquella maldita grúa a 126, sólo 2'61 segundos más tarde. La fuerza de impacto fue de 58'8G, algo que podría ser normal para un accidente contra un objeto como una barrera de choque. Sin embargo, el accidente se vio agravado porque el coche es forzado hacia abajo, ya que pasó por debajo de la parte trasera de la grúa.
Los resultados iniciales, tomados de los tapones para los oídos de Bianchi, sugirieron que había sufrido un impacto 92G cuando esto sucedió. La FIA cree ahora que sus tapones para los oídos se deslizaron en el momento clave para medir la fuerza real. Se calcula que en realidad sufrió un impacto máximo de 254G.
Andy Mellor, vicepresidente de la FIA de la Comisión de Seguridad, dijo a Auto Motor und Sport: "El problema fue que el Marussia se sumergió por debajo de la grúa, y por lo tanto la presión fue hacia abajo desde arriba por la parte inferior de la grúa. Funcionó como un freno, con una desaceleración abrupta - y en este proceso hubo un contacto entre el casco y la grúa como nunca antes habíamos visto".
