¿Te gustaría conducir en la Luna? La NASA trabaja para hacerlo de nuevo

No te hagas ilusiones. No estará disponible para el público, ni será de competición; todo lo más será mostrado en alguna exhibición. Su conducción estará reservada a los astronautas. La primera de estas empresas es de Houston, la segunda de Golden –Colorado– y la tercera de Haethoerne –California–. Todas ellas tienen experiencia en proyectos espaciales.

Estas tres entidades han sido seleccionadas por la NASA para un concurso restringido convocado por este organismo para elegir el próximo vehículo lunar. Denominado LTV –Lunar Terrestian Vehicle o Vehículo Lunar Terrestre–, aunque lo de 'terrestre' chirría un poco a no ser que se tome como el planeta de origen del vehículo, si no sería quizás mejor denominarlo LSV –Lunar Superficial Vehicle–.

Aunque por el momento el programa de enviar de nuevo el hombre a la luna no está aprobado la NASA trabaja en ello, sobre todo teniendo en cuenta la carrera que se está suscitando y que no sólo tiene a Estados Unidos, Rusia o China como posibles participantes, sino también a Europa y China.

Para el nuevo vehículo lunar no se requiere ni una gran autonomía ni tampoco una gran velocidad, pero sí una cierta capacidad para circular por superficies que pueden no ser muy compactas o presentar obstáculos.

Las exigencias para este vehículo pueden parecer ridículas, pero hay que tener en cuenta que sus condiciones de trabajo y sobre todo el hecho de tener que ser transportado por una nave espacial conlleva ciertos condicionantes.

"No hay caminos hacia donde irá. Pero su movilidad cambiará fundamentalmente nuestra visión de la Luna", ha dicho Jacob Bleacher, científico jefe de exploración de la NASA.

"Esperamos con interés el desarrollo del vehículo de exploración lunar de la generación Artemis para ayudarnos a avanzar en lo que aprendemos en la luna. Este vehículo aumentará en gran medida la capacidad de nuestros astronautas para explorar y realizar ciencia en la superficie lunar y al mismo tiempo servirá como plataforma científica entre misiones tripuladas", añadió Vanessa Wyche, directora del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.

Aunque el vehículo será conducido por astronautas, se quiere que sea asimismo autónomo ya que no regresará a la Tierra, sino que se quedará en la Luna y podrán emplearse en otras misiones de exploración.

Los tres concursantes se apoyarán en empresas vinculadas a la automoción. Se sabe que Intuitive Machines tendrá apoyo de Michelin, Boeing y Northrop Grumman. Mientras que Lunar Outpost trabajará con Goodyear y General Motors.

El contrato es de los que quitan el hipo: 4.600 millones de dólares en 15 años, los cinco primeros de desarrollo y los diez siguientes de explotación.