Actualidad

¿Cómo acabar destrozado mentalmente te hace más despiadado? Albon tiene la respuesta

09/01/2024 11:08

Alex Albon tiene claro que su salto de Toro Rosso a Red Bull en 2020 fue una experiencia que le ayudó a crecer, a pesar de que el proceso no fue fácil. El ahora piloto de Williams ha reconocido que al final de aquella temporada terminó "destrozado mentalmente", pero que eso le enseñó a ser un poco más "despiadado". "Necesito preocuparme más por mí que por los demás", ha afirmado. 

Pasó muy rápido a las filas del equipo de las bebidas energéticas después de haber firmado, inicialmente, por Toro Rosso en 2019. Pero ese mismo año se convirtió en el sustituto de Pierre Gasly para formar parece con Max Verstappen, al que aún le quedaban un par de años para ser campeón. Pero ya había distancia con el neerlandés, a pesar de que el 'recién llegado' se convirtió en el Novato del Año en la ceremonia de entrega de premios de la FIA. 

En la siguiente temporada, las cosas fueron muy distintas para él. Verstappen consiguió doblarle en puntos –214 por sus 105 unidades– y abrió una amplia brecha entre ellos. El tailandés acabó convirtiéndose para 2021, año del primer éxito del neerlandés, en el piloto reserva; Sergio Pérez fue su sustituto, un cambio que de momento han decidido mantener también para 2024. Pero para Albon, el curso que completó de inicio a fin con Red Bull fue muy complicado. De hecho, ha reconocido que acabó "destrozado" mentalmente.

"Cuando acabó el año, me di cuenta de que mentalmente no me quedaba energía. Lo que también jugó un papel importante fue intentar actuar como si no te afectara. Poner esa sonrisa para las cámaras o entrar en el paddock con una sonrisa en la cara, todo eso acabó por destrozarme", ha explicado en declaraciones a High Performance Podcast. Así que no quería que eso se volviese a repetir.

"Durante el año que pasé fuera, había dos aspectos en los que tenía que trabajar. En primer lugar, sentía que en Red Bull era demasiado 'el hombre del sí'. Estaba demasiado ansioso por impresionar y complacer, así que siempre decía que sí a muchas cosas, ya fueran tareas de marketing o tiempo en el simulador o 'Alex, creemos que tienes que hacer esta entrevista, será bueno para ti' o lo que fuera. Siempre daba prioridad al equipo y me di cuenta de que mi energía mental estaba demasiado agotada incluso antes de subirme al coche", ha recordado. 

Pero tampoco tiene un mal recuerdo de ese momento. No lo pasó bien, pero sabe que eso le ha ayudado a ser el piloto que es hoy. Incluso a ganar ese punto 'egoísta' que le ha impulsado a ser uno de los 20 pilotos que tiene un asiento asegurado en la Fórmula 1. De hecho, él mismo se ha definido como "un poco despiadado en algunos momentos". 

"Definitivamente he cambiado mi forma de ponerme en primer lugar. La razón por la que lo hago es sencilla: necesito preocuparme más por mí que por los demás", ha confirmado el ahora piloto de Williams.

"Es ese egoísmo y me he dado cuenta de que hay un equilibrio entre estar ahí para el equipo y ser alguien para quien el equipo quiera trabajar, por lo bueno que es, pero también sin más. Soy yo quien conduce el coche, tengo que estar en la mejor posición posible. Así que la forma en que lo hice fue puramente mi comprensión de saber lo que necesito para ser el mejor. Sinceramente, es así de sencillo. ¿Qué se necesita y cómo consigo ser el mejor piloto que puedo ser o qué me va a poner en la mejor posición? Eso es lo que hago", ha desvelado su truco.

Aunque, en retrospectiva, parece que eso es algo que ha tenido que aprender a la fuerza. Cuando se produjo ese cambio, y a pesar de todas las enseñanzas que se llevó de aquel tiempo, tuvo que adaptarse muy rápido a su nuevo rol y, sobre todo, a estar en el foco mediático. Cada error, ha recordado, era criticado, y tuvo que arreglárselas solo para poder superar esos momentos de más tensión. 

Él venia de estar acostumbrado a la Fórmula 2 y Fórmula 3, donde hay muchas cosas que aprender. Pero los F1 están mucho más avanzados a nivel de ingeniería, y él tuvo que hacer algo así como un 'curso acelerado'. "Hay, literalmente, 30 ó 40 cosas diferentes que se pueden hacer para resolver un problema, y yo no sabía nada. No tenía experiencia, nunca me había enfrentado a estos problemas y no estaba preparado. No tenía experiencia general en las carreras, pero tampoco en la vida", ha rememorado. 

Pero también parece que le pesó mucho el hecho de tener al lado a Verstappen. Si el anterior había sido un punto clave, el rendimiento puro fue lo segundo a tener en cuenta. "¿Dónde estaban mis puntos débiles frente a Max o qué áreas del coche... por qué era capaz de pilotar este estilo de coches, por qué podía conducirlo de esta manera, en qué áreas de la gestión de la carrera tenía yo problemas en comparación con él?", ha expuesto. 

"Yo creé estas dos áreas, el lado de las carreras y el lado de las no carreras, digamos. Por supuesto, es todo en uno, y me senté con mi entrenador, me conseguí un manager, un psicólogo y un contable. Lo más básico. Lo que es muy extraño es que me metieron tan rápido en la F1 que nunca creé una estructura. Todo era simplemente, 'estas son las llaves de tu casa, aquí es donde te alojas, esta es tu cuenta bancaria por cierto', y bla, bla, bla. En realidad... durante los dos primeros meses, debía ordenar todo esto. Necesitaba vivir de verdad y averiguar adónde va mi dinero y qué estoy haciendo", ha reflexionado Albon para cerrar.