Carlos Sainz y una historia que se repite en F1

Los pilotos españoles no son ajenos a ello. Fernando Alonso se vio en la puerta de salida de McLaren a finales de 2007, en medio de una batalla interna entre Lewis Hamilton, Ron Dennis y el asturiano. Tuvo que aceptar dos años de 'destierro' en un equipo Renault en descomposición antes de volver por la puerta grande a Ferrari.

Carlos Sainz, obviamente, quiere seguir las huellas de Fernando. Dejar muy claro en su nuevo destino que es uno de los ‘top’ de la categoría y liderar el ascenso en competitividad de su nuevo equipo mientras trabaja para reabrir las puertas adecuadas será, seguro, su objetivo. 

No nos podemos olvidar de Pedro de la Rosa, que vio cómo Niki Lauda le abría la puerta de salida en Jaguar ya casi al inicio de temporada, por sorpresa por no decir a traición, para dar entrada a Antonio Pizzonia, en 2003 y tuvo que sustituir al brasileño antes de finalizar la temporada para dar entrada a Justin Wilson. Años más tarde, Niki Lauda, en una cena, admitió ante los comensales que se había equivocado y le pidió excusas.

Pedro se convirtió en el mejor piloto de pruebas, fue el primero en trabajar y sacar partido de los simuladores, y tener no sólo gran recorrido en este campo sino incluso volver a la F1, con McLaren a mitad de temporada 2006, firmando un segundo puesto en Hungría y Sauber, para acabar su temporada en activo en HRT, intentando poner su grano de arena en la construcción del primer equipo español –y único hasta la fecha– de la F1.

Jaime Alguersuari y Roberto Merhi también han vivido esto. Uno, con la decisión de Helmut Marko de ‘proteger’ a su nuevo niño, Daniel Ricciardo, y prescindir del barcelonés y de Buemi para que no le hicieran sombra, cuando ya habían iniciado el trabajo en simulador de la pretemporada. Merhi, en un equipo sin dinero, Marussia, que le sustituyó por quien sí tenía que aportar.

Los pilotos 'actuales' tampoco se han librado. Los casos de Sergio Pérez y Kimi Räikkönen son muy similares. El mexicano abandonó el equipo McLaren a finales de 2013 para embarcarse en el proyecto de Force India. Allí, aunque los primeros años no fueron demasiado buenos, 'Checo' logró hacerse valer como piloto y, tras una temporada 2020 inmejorable, Red Bull decidió llamarle para acompañar a Max Verstappen.

Por su parte, Kimi, que dejó atrás Ferrari y la Fórmula 1 en 2009, regresó a la categoría reina en 2012 con un equipo Lotus que estaba en 'horas bajas'. Sin embargo, su llegada, junto a la de Romain Grosjean, potenciaron el rendimiento de la escudería y ese año el finlandés terminó, contra todo pronóstico inicial, tercero en el campeonato. Luego Räikkönen volvió a Ferrari en 2014. Algo que Sainz tampoco descartaría llegado el caso a largo plazo, tal y como él mismo aseguró públicamente. 

MIRADA AL PASADO

Hay puertas de salida increíbles, como en el caso de Alain Prost en 1991 cuando Ferrari le enseñó la puerta de salida por el comentario de que el coche 'era como un camión'. Se tomó un año sabático y volvió en 1993 con Williams para ganar el título y retirarse… simplemente no aceptó que Williams le pusiera a Ayrton Senna, su gran enemigo, por compañero.

Williams ha perdido muchas veces a sus campeones. A finales de 1996 Frank Williams abrió a Damon Hill tras ser campeón del mundo. Simplemente le propuso la renovación de contrato por una cantidad que Damon consideró ofensiva para un campeón. Hill se refugió en Arrows, uno de los peores equipos de parrilla y casi ganó en Canadá antes de pasar a Jordan, equipo de media parrilla con el que logró una victoria en Spa.

Y a Jacques Villeneuve le sucedió algo similar; fue campeón en 1997, pero a finales del 96 prefirió embarcarse en la aventura de su equipo, BAR, que fue un fiasco.

No han sido los primeros casos de pilotos campeones que salen por la puerta de atrás de Williams. Nigel Mansell había sido subcampeón en 1991 y campeón en 1992 con nueve victorias. Le pidió un aumento de sueldo a Frank Williams… y acabó corriendo en Indycar, siendo campeón en 1993. Frank acabó llamándole para que acabara la temporada 1994 al lado de Damon Hill, con la intermediación de Bernie Ecclestone, para ver si Damon podía conquistar el título. Acabó la temporada ganando en Australia. Para 1995, volvía Prost al equipo y Mansell se fue a McLaren, pero resultó un fiasco: simplemente no cabía en el coche, tuvo que retrasar su debut hasta tener un coche a medida para confesar que su tiempo había pasado y retirarse tras solo disputar dos GP.

Ya había pasado algo similar con Alan Jones, campeón en el 80 y subcampeón en 1981… porque Frank Williams no quiso o no supo imponer órdenes de equipo. Prefirió retirarse y aunque volvió en 1983, en 1985 y en 1986, ya nunca consiguió levantar cabeza.

También ha habido errores de cálculo importantes o quizás situaciones en las que el corazón pudo mucho más que la cabeza pese a que el movimiento se sabía suicida. Es el caso de Emerson Fittipaldi: dos títulos y dos subtítulos entre 1972 y 1974, con Lotus y McLaren –un título y un subtítulo por cada equipo–, pero cedió a la tentación de intentarlo con coche propio, con el equipo Copersucar, en honor a su patrocinador, y más adelante rebautizado como Fittipaldi, que había fundado con su hermano Wilson.

Frank Williams era un personaje peculiar. "No quiero que los pilotos quieran correr conmigo por dinero, sino porque les doy coches ganadores", decía en sus grandes años. Curioso, Andreas Seidl ha dicho lo mismo sobre los pilotos que quieren ir a Audi, aunque sin citar lo de coche ganador, sino que quieran implicarse en un proyecto de futuro.

Cara a 2014, Felipe Massa decidió dejar Ferrari porque tras años de ser 'segundo' de Schumacher primero y de Fernando Alonso después, decidió que quería sentir el ser líder de un equipo, aunque fuera más pequeño, Williams. Renunciaba a ganar, posiblemente, pero todavía hizo cinco podios con Williams entre 2014 y 2015.

O el caso de Timo Glock, que tras no cuajar en F1, no dudó en ir primero a USA y después volver a F2 para ganarla y retornar a F1 en 2008, aunque en 2007 además de correr en F2 fue probador de BMW-Sauber.

No son los únicos ejemplos, claro. Pero sí quizás los más representativos. ¡Ah! y no teman por Carlos en Williams; de aquella época solo queda el nombre y la ubicación de la sede.