Sainz tiene dos ventajas sobre Loeb: 20 minutos y dos mochileros

No se trata de que tenga que veinte minutos sobre Carlos. Aunque pueda parecer todo un mundo, veinte minutos no son nada en el Dakar. Lo es porque el francés se ha quedado sin ‘mochilero’, Al-Attiyah renuncia, mientras Sainz no sólo cuenta con uno, sino con dos.

Sainz contará con la ayuda de Peterhansel y Ekström. Si tiene algún problema, cualquiera de ellos se parará a su lado. Le cederá la rueda de recambio si le queda o se quitará una de las cuatro que está utilizando. Si rompe una pieza, le cederá el recambio e incluso la desmotará de su coche para dársela a Sainz. 

Stéphne y Mattias han perdido opciones cara a las mejores posiciones; si tienen que perder más tiempo o abandonar definitivamente no importa. Audi quiere ganar y Carlos es el único que puede hacerlo. De hecho, es el líder.

Se ha visto claramente hoy. Carlos salía detrás de Peterhansel y Ekström. Peterhansel lo ha esperado en los primeros kilómetros y ha hecho la etapa como si fuera su sombra. Ekström se ha dejado cazar un poco más adelante. Todo estudiado.

Nasser Al-Attiyah, que debía asumir esta función, ha arrojado la toalla. El catarí se encontró en ese papel tras haber perdido mucho tiempo en el ‘Empty Quarter’, la famosa etapa de 48 horas. Aceptó el rol. Él mismo dijo que iba “a ayudar a Loeb a ganar el Dakar. Somos un equipo”. Pero una nueva rotura en la etapa de hoy, la segunda o tercera que sufre con la dirección, ha hecho que Nasser abandone la prueba… o al menos esto es lo que parece en este momento.

Nasser había tenido pequeños problemas en los días iniciales, pero todo se precipitó en la etapa de 48 horas: rotura de suspensión en la etapa 7, rotura de motor en la 8, rotura de dirección en la novena, la que ha colmado su vaso.

El caso de Nasser es distinto. La prueba es que su coche va inscrito como Nasser Racing, no como Prodrive.

Una rotura de dirección que no ha extrañado a Loeb. “Desde el primer Dakar vengo diciendo a David Richards que la dirección es nuestro punto débil”.

Loeb sabe que lo tiene difícil. “Ganar por ritmo a Sainz va a ser muy difícil. Carlos es muy rápido. Si no tiene un pinchazo, un problema mecánico o un error de navegación, va a ser muy complicado. De todas formas no creo que Sainz esté muy tranquilo”, decía Loeb.

El francés -con Sainz- es de los que nunca se rinde. 20minutos en el Dakar son ‘sólo 20 minutos’. Sobre todo porque ninguno de ellos piensa en clave campeonato, sino que piensa en ganar el Dakar. El campeonato no llega siquiera a ‘chocolate del loro’ y ninguno de los dos tiene intención de seguirlo, al menos de seguirlo al completo.

Quedan sólo dos etapas -en realidad tres, pero la última es de trámite- que prometen ser de infarto.