La etapa de mañana: Al Ula - Yanbu

En cierta forma es el día de ‘ahora o nunca’. Quedará todavía una especial, pero de apenas 175 kilómetros y terreno a priori más suave. La última oportunidad se juega hoy.

Los pilotos se enfrentan a un terreno inhóspito y quebrado, muy pedregoso. Pinchar más de una vez parece garantizado y donde cualquier ‘piedra' puede causar, además, daños en la suspensión. A buen seguro, cada golpe con una piedra, cada ruidito de motor y transmisión, representará una subida de adrenalina para Carlos y Sebastien. Y todo con un ingrediente añadido; ambos salen retrasados y sufrirán el problema del polvo… ese enemigo traidor que oculta las trampas del camino.

Para los dos hombres que se juegan la victoria absoluta hay mucho a ganar y mucho a perder. Deben ir con cuidado, pero un exceso de prudencia puede decantar el triunfo hacia el rival. No se lo juegan a ‘cara y cruz’ pero poco les falta.

Para Loeb el problema es mayor que para Carlos. Éste, como ha sucedido hoy, puede contar con la ayuda de ‘mochileros’ de lujo. Sebastien, tras la ‘espantada’ de Al-Attiyah, está sólo o casi solo… porque Christian Baugmart, el brasileño cliente de Prodrive, saldrá a la especial por delante y seguro que

David Richards le habrá ofrecido sabrosas contrapartidas para que juegue ese rol.

Eso sí, los 480 kilómetros inicialmente previstos van a quedarse en 420. Son 60menos. Para quien debe recuperar no es una buena noticia.