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VinFast: la marca vietnamita que quiere crecer en Occidente

11/12/2019 09:45

¿Se acuerdan de VinFast? Es una marca vietnamita propiedad de Pham Nhat Vuong, el hombre más rico del país —con un patrimonio de más de 9.000 millones de dólares— que la controla de forma prácticamente exclusiva a través de su participación personal y de otras empresas de su grupo. Pues se ha propuesto entrar de forma rápida en el mercado de Estados Unidos… en 2021.

La marca hizo su presentación europea en septiembre del año 2018 con un SUV y una berlina, que beben de un estilo de Pininfarina y de mecánicas que en origen son de BMW.

"Queremos construir una marca vietnamita con reputación mundial. El problema es que los productos vietnamitas no tienen marca internacional. Para muchos sólo somos un país pobre y atrasado", dijo Vuong. Vietnam tiene múltiples industrias deslocalizadas de Occidente gracias a la mano de obra barata.

Tiene previsto invertir 2.000 millones de dólares de su patrimonio personal para llegar a Estados Unidos en 2021. Y piensa captar otro tanto para lograr su objetivo. Un objetivo que además prevé la entrada en el mercado de los coches eléctricos con un modelo que saldrá al mercado a finales de 2020. Vuong sabe que es ambicioso y complicado, que exigirá grandes esfuerzos.

Pero también sabe que, para conseguir ese objetivo, antes tiene que cumplir otros. Por ejemplo, una buena cuota en el mercado local, porque hoy en día los clientes vietnamitas prefieren un coche de ocasión de marcas conocidas como Ford, Hyundai o Toyota, marcas que tienen fábricas en el país. Y eso también se aplica a otros mercados del sudeste asiático.

Cabe recordar que japoneses y coreanos tardaron mucho en abrirse a los mercados de Europa y Estados Unidos. Y que otros grandes grupos de la zona, como Mahindra, Proton o Tata no lo han conseguido o tan sólo lo han hecho de forma testimonial, por no hablar de las marcas chinas, que llevan años anunciando su desembarco a Occidente sin que de momento eso se materialice visiblemente más allá de firmas europeas que han comprado —Volvo, Jaguar, Land Rover—. Las normas sobre emisiones y seguridad en Europa son una barrera que no todos pueden superar, al menos de momento.

Vuong admite que la fabricación de coches no será rentable en los próximos cinco años. Y considera que el mercado local es demasiado pequeño para ello, de ahí las necesidades de expandirse. Su objetivo es producir 500.000 vehículos en 2025, aunque eso implique unas pérdidas anuales que pueden escalar hasta los 800 millones de dólares.