TOGG, Turquía quiere tener su propia marca eléctrica
Turquía quiere cogerle el ritmo a la automoción. Pese a que allí hay plantas de montaje de Fiat, Hyundai, Toyota y Renault, y que Volkswagen está pendiente de tomar una decisión para instalar una fábrica allí, el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, tiene planes más ambiciosos.
Cuando 2019 está dando los últimos estertores, Erdogan ha asitido a la presentación de los primeros modelos de la firma TOGG, que entrarán en producción a principios de 2022. No busca un coche popular, de bajo precio, sino que directamente apuesta en dirección al futuro: ¡totalmente eléctricos! Y con apariencia de poder jugar un papel en los mercados occidentales.
"Hoy es un día histórico para nuestro país. Estamos siendo testigos del nacimiento de un coche turco, un sueño que albergamos desde hace 60 años", dijo Erdogan en la ceremonia de la presentación en Gebze.
"Pudieron bloquear nuestro Devrin, pero no podrán bloquear este nuevo proyecto", dijo refiriéndose al proyecto lanzado hace seis décadas y que fue efímero, ya que se construyó el prototipo pero no llegó a la comercialización. Pero también son palabras críticas a la industria europea del automóvil afirmando que "no compramos licencias ni pedimos permiso a nadie. Nosotros definimos las características del proyecto".
Al poner énfasis en que el proyecto es enteramente turco, también se dijo que un centenar de ingenieros turcos han sido los que han trabajado en el mismo.
La planta de producción estará en Bursa, donde está la mayor parte de la industria automovilista asentada en Turquía. La factoría tendría una capacidad para fabricar 175.000 unidades anuales.
Cabe preguntarse la viabilidad de un automóvil eléctrico en Turquía, pero Erdogan aseguró que el país hará un gran esfuerzo para poner en marcha una red de recarga pública antes de 2022.
TOGG significa Turkey’s Automobile Iniciative Group. Se puso en marcha en 2017 y anunció que los primeros prototipos se verían en 2019. Esta parte se ha cumplido. Erdogan se mostro orgulloso al lado de un SUV y una berlina.
TOGG fue fundada oficialmente en 2018 con el apoyo de cinco grupos industriales: Anadolu Group, BMC, Kok Group, el operador de telefonía móvil Turkcell y Zorlu Holding, la matriz del fabricante de televisores Vestel. Y por supuesto con toda la bendición gubernamental y exenciones de impuestos consiguientes. El director general de la firma es Gurcan Kaeakas, que fue ejecutivo de Bosch, y el director de operaciones, Sergio Rocha, que anteriormente estuvo en GM Corea.
Los planes son los de lanzar cinco modelos, eléctricos y con autonomías cercanas a 500 kilómetros, aunque no se precisa con arreglo a qué ciclo se ha calculado dicha autonomía.
El primer modelo que será lanzado será el SUV y tendrá un motor eléctrico de 200 caballos posicionado en el eje posterior y será 4x2. Habrá una variante 4x4, que recurrirá a un motor en cada eje. El grupo de baterías ocupará el piso del coche. No hay precisiones sobre la batería, salvo que podría efectuarse el 80% de la recarga en más o menos media hora y que con las baterías de mayor tamaño el TOGG acelerará de 0 a 100 en 4,8 segundos.
El estilo de este SUV lleva la firma de Pininfarina, sorprendiendo en su interior por la presencia nada menos que seis pantallas, dos de ellas en sustitución de los retrovisores y una para uso exclusivo del pasajero.
A este modelo seguirán otros cuatro. La berlina de cuatro puertas, que debe compartir la base con el SUV y su lanzamiento podría ser inmediatamente después del SUV. Los otros tres modelos previstos irán llegando progresivamente, antes de 2030.
