PRIMERA PRUEBA

Probamos el Toyota Corolla 2023 y sí, un híbrido puede ser divertido

23/02/2023 17:37

El Toyota Corolla se actualiza con la quinta generación del sistema híbrido de la marca como punto estrella. SoyMotor.com ha probado las dos versiones a la venta, una con 140 caballos y otra con 196, y dos de sus carrocerías, la de cinco puertas y la familiar.

El Toyota Corolla es uno de los actores principales del segmento de los compactos, con lo que es entendible que la marca japonesa no haya querido variar mucho la fórmula con la puesta al día a la que ha sometido al modelo. Y donde lo ha hecho, en el motor, es para bien. Pero con eso iremos más adelante.

 

Lo primero que hay que recalcar es lo acertado de la carrocería Touring Sports para aquellos que demanden un extra de espacio. Tanto en la fila trasera –la diferencia con el cinco puertas aquí es grande– como en el maletero. No hay SUV de este tamaño que pueda ofrecer algo así. Y si encima el comportamiento dinámico no varía prácticamente respecto al hatchback se puede decir que no hay puntos negativos en esta versión más allá de esos centímetros extra que pueden ser un problema a la hora de aparcar en una ciudad.

El Corolla es, de nuevo, un coche que alcanza el notable en cualquier terreno. Suave en zonas urbanas, estable y preciso en carreteras viradas y confortable en carretera. Tan sólo exigir el máximo de cualquiera de sus dos motores hará que se perciba más sonido del deseable desde el interior. La marca japonesa, no obstante, ha logrado reducir el régimen de giro de las unidades de combustión –confirman que hasta 500 revoluciones por minuto para lograr la misma aceleración que antes–, de tal forma que percibir este ruido es más complicado que antes.

El tacto de la dirección es el típico de Toyota. Se nota la asistencia eléctrica pero en ningún momento aporta una sensación ficticia. Es sencillo adivinar las reacciones del Corolla, que por otra parte son siempre neutras salvo que se realice alguna maniobra indebida. Respecto a la suspensión se alcanza un interesante compromiso entre confort y dinamismo cuya percepción no varía aunque se equipen los amortiguadores de dureza variable de la versión GR Sport, al menos a velocidades legales.

Si hay un punto que nos ha dejado algo fríos es el tacto del freno, que no su respuesta. Los primeros Toyota híbridos eran deficientes en este sentido. La primera parte del recorrido del pedal apenas ofrecía respuesta para darla de golpe llegado un punto. Era muy complicado regular bien las deceleraciones, incluso peligroso a veces. Eso ha pasado a mejor vida. Actualmente se realizan frenadas precisas desde el primer momento con cualquier híbrido de la firma nipona. Sin embargo, el tacto del pedal del Corolla es excesivamente esponjoso. Un servidor prefiere una respuesta más firme. Cuestión de gustos, que no de rendimiento.

 

Llega el momento de hablar de los motores. En primer lugar del más básico, que es en el que se nota más el paso dado. El aumento de 18 caballos hasta 140 hace que se note más desahogado que antes. No es necesario hundir el pie derecho tantas veces como antaño para lograr la respuesta deseada. Eso deriva en un mayor confort en marcha y en un menor consumo de carburante, si bien de esto último no ofrecemos datos concretos al no haber realizado una prueba suficientemente amplia. En todo caso nos atrevemos a decir que se trata de la opción más lógica si el comprador no tiene en mente adquirir un vehículo con el dinamismo como su principal característica.

La versión 200H, por su parte, hace cambiar esa idea generalizada de que los híbridos de Toyota son sosos a la hora de conducirlos. Y no por la potencia en sí, que 196 caballos ya son bastantes como lo eran los 180 anteriores, sino por la peculiar transmisión que utilizan. Mientras que en la versión menos potente la respuesta es, quizá, excesivamente progresiva –a veces incluso da una sensación similar a que patina el embrague en un coche con cambio normal–, en ésta es contundente. Se nota una ganancia de velocidad más agresiva que deriva en un elevado placer de conducción cuando se demanda buen ritmo. Y si se quiere conducir de forma eficiente se puede hacer exactamente igual que con el 140H.

Dicho todo esto –y sin entrar en detalles de equipamiento, que eso ya depende de cada uno– nos atrevemos a decir que la versión más lógica para el Toyota Corolla es la que tiene la carrocería Touring Sports con el motor de 140 caballos. Es un coche versátil donde los haya, con amplio espacio interior y con un motor que permite moverse con soltura en cualquier situación sin gastar mucho carburante.