Piqué, multado con 48.000 euros por conducir sin carnet
Gerard Piqué, jugador del F.C. Barcelona, ha pagado una multa de 48.000 euros tras alcanzar un acuerdo extrajudicial después de ser denunciado por un delito contra la seguridad del tráfico al ser sorprendido mientras conducía sin puntos en su carnet a finales de agosto.
Fue la Guardia Urbana de Barcelona la que denunció a Gerard Piqué tras sorprenderle al volante por la ciudad condal sin puntos en su permiso de circulación. Las autoridades interceptaron a Piqué en la conocida zona de l'Eixample. Tras ello se abrió un proceso contra el jugador por un delito contra la seguridad del tráfico que ha terminado con un acuerdo extrajudicial en el que éste admite el mismo y acepta pagar una multa de 48.000 euros, que resultan de tener que abonar 200 euros al día durante ocho meses más las costas del proceso.
La sentencia asegura que el día 31 de agosto Piqué conducía su Audi por el centro de Barcelona cuando fue detenido tras cometer una infracción. Ahí es donde saltó la liebre, a pesar de que el propio Piqué era plenamente consciente de que no podía conducir. "El acusado conducía pese a tener conocimiento de que no podía hacerlo, por pérdida de vigencia del permiso de conducir por haber agotado el saldo total de los puntos asignados", indica la sentencia, que además afirma que todo fue publicado en el BOE al ser imposible notificar personalmente de la realidad al jugador a través del servicio de correos.
El juez asegura que Piqué perdió todos los puntos de su carnet el día 13 de diciembre de 2017, por lo que a partir del 14 de junio de este año podría haber obtenido de nuevo el permiso mediante la realización de un curso de sensibilización y reeducación vial y la superación de la prueba de conocimientos, algo que no llevó a cabo.
Éste no es el primer conflicto que tiene el jugador con la Guardia Urbana de Barcelona. En octubre de 2014 tuvo que pagar una multa de 10.500 euros por ofender a dos agentes que sancionaban al vehículo en el que iba a subir como copiloto. La historia saltó a la luz pública tras grabarlo y difundirlo alguien que observaba la escena, que acabó con Piqué fuera de sí arrojando la denuncia a los pies de los agentes. Finalmente el futbolista reconoció los hechos en el juicio que tuvo que afrontar, aunque fue su abogado el que leyó un escrito con sus disculpas, ya que él no se personó en la sala correspondiente.
